EJIDO SAN JOSÉ DEL ÁGUILA, NADADORES, COAH.- Veinte años, tienen los campesinos de esta comunidad esperando que el Gobierno les haga justicia con el desazolve del rÍo que cruza a un costado de sus casitas porque dicen que cuando llueve se desborda dejándolos incomunicados por varios días.
Pero el problema no para ahí, rÍo abajo, justo donde se encuentran las majadas, el agua sube como resultado de lo enzolvado del venero arrastrando A los animales y generando pérdidas difíciles de reponer.
El ejido San José del Águila está ubicado a nueve kilómetros al poniente de la cabecera, tiene 78 campesinos y el resto son avecindados, lo que suma más de 500 habitantes los que de acuerdo con la versión del comisariado ejidal Gorgonio de León Ramírez, también merecen atención.
“Nos hacen falta muchas cosas, comentó la autoridad ejidal entre ellas que el Gobierno nos proporcione programas de Empleo Temporal para aquellos que no trabajan la tierra, incluso el desazolve del río se puede manejar dentro de este programa, pero eso es algo que solo ellos deciden”, dijo.
Completamente enzolvado el rÍo que atraviesa el ejido San Jose del Águila.
Dijo, que el problema del río es grave porque cada que se presentan los temporales se quedan incomunicados pues el venero crece y llega a lo alto del puente de ferrocarril, situación que también se presenta cuando llueve en Ocampo, Cuatro Cienegas e incluso Lamadrid pues el agua baja por los veneros que se comunican entre sí desbocando justo en el ejido. “Hay veces que tenemos sol y vemos como poco a poco el río crece hasta dejarnos de este lado”, comentó.
Agregó, que otro problema que tienen es el exceso de polvo que hay en las calles, lo que hace más difícil de transitar por ellas en tiempos de sequía, por lo que no les vendría mal una compactación para mejor acceso evitando con ello los lodazales que se hacen cuando llueve.
Por su parte, los campesinos Francisco Ramírez, Jesús Rangel y Pedro Rangel dicen que aparte de estos problemas está el asunto de la inseguridad al no contar con vigilancia policíaca ya que pocas son las veces que ven pasar las patrullas de Seguridad Pública en el día y casi nunca por las noches, convirtiéndose el ejido en un lugar inseguro para todos.
Al no contar con protección, ellos hacen lo posible para no estar a expensas de personas ajenas pues comentan que por las noches pasan muchos vehículos que no son del ejido y eso les causa temor.
“En ocasiones no queremos hablar porque no sabemos quiénes son las personas que se nos acercan y la verdad tenemos miedo de que algo nos pase o a nuestras familias”.
