En 2016, la Procuraduría de los Niños, Niñas y la Familia (Pronnif) ha atendido cerca de 185 jóvenes de 12 a 17 años violentos, acusados de agredir a sus papás, hermanos o compañeros de escuela, sin tener ningún tipo de respeto por nada, ni nadie.
La subprocuradora de los Niños, Niñas y la Familia, Lizeth Hernández Elías comentó que han atendido casos de jóvenes que agreden física o verbalmente a sus papás, hermanos, maestros o alguna autoridad, porque no les enseñaron a respetar a sus mayores.
Señaló que predominan los casos de jóvenes que agreden a sus padres, sin importar que sean quienes los mantienen o los proveen de las cosas necesarias para salir adelante, sin que nadie les ponga un alto.
El problema en estos casos es que los padres no hacen valer su figura de autoridad en el hogar, incluso algunos empiezan a temerles a sus hijos porque las agresiones van subiendo de tono cada vez más.
Indicó que en estos casos aproximadamente un 20 por ciento de ellos los padres acuden a la dependencia para decirles que no pueden con ellos, así que se los van a dejar encargados para que los metan en una casa hogar o hagan con ellos lo que mejor consideren.
Señaló que evidentemente la Procuraduría no tiene esas facultades, pues aseguran a los menores que están en estado de indefensión, pero no a los jóvenes que tienen un acto de rebeldía ocasionado principalmente por la falta de autoridad de los papas.
Aseguró que cuando los menores pierden ese respeto a los adultos, maestros o alguna autoridad es porque en su casa no les enseñaron los valores primordiales o los papás demostraron mucha debilidad al criarlos.
Dijo que en los casos de los menores que han atendido en esta circunstancia aproximadamente el 10 por ciento se ha visto involucrado en alguna falta administrativa o delito porque son personas que creen que sus acciones no tendrán consecuencias.
“Son jóvenes que perdieron completamente la noción o el respeto a cualquier persona o autoridad, muchas veces aunque estén aquí sentados con nosotros nos agreden, incluso utilizan palabras altisonantes para dirigirse a nosotros o sus papás”, afirmó la Subprocuradora
Asimismo, Hernández Elías comentó que es importante que los padres establezcan a sus hijos normales o reglas que deben cumplir, pero sobre todo mantener el respeto a los adultos o a las autoridades.
Señaló que existen correctivos que no son propiamente los golpes, entre ellos castigarlos impidiendo el uso de algún aparato tecnológico, practicar alguna actividad que les gusta, entre otras cosas que pueden ayudar a que los jóvenes prefieran portarse bien para obtener estos beneficios.
