El tradicional evento se realizó en Frontera como cada año, donde acudieron cientos de personas a la peregrinación
FRONTERA COAH.- Como ya es una tradición, bajo el cielo nublado de este viernes Santo, por diferentes calles de Frontera Jesús fue humillado por guardias romanos que con latigazos lo apuraban para llegar a su destino, recreando así la pasión y el calvario de Cristo.
Jóvenes, adultos y niños realizaron esta actividad religiosa que tiene como único objetivo generar reflexión en los ciudadanos, para recordar que Jesús dio su vida por el mundo.
El viacrucis comenzó en el Santuario de Guadalupe, poco a poco llegaron los actores que con meses de anticipación se prepararon para este acto, también hubo una multitud de niños, jóvenes y adultos mayores que vivieron con profundo recogimiento el Viernes Santo.
La comunidad católica celebró la pasión, muerte y resurrección de Jesús, quien fuera condenado a muerte por la salvación de los pecados y cargar su cruz.
El padre Gerardo Martínez es quien encabezó el recorrido, dijo que para quienes tienen fe es importante participar porque es la entrega de Jesús, la manifestación del amor; dio la vida por nosotros y hay que recordarlo día a día, sobre todo en los tiempos difíciles dijo que es un tiempo de recogimiento, de oración y de contemplar los misterios de la salvación.
La primera estación fue en el exterior del Santuario de Guadalupe, ahí Jesús fue condenado a muerte, la estación en donde Poncio PilatoS soltó a Barrabas y se lavó las manos, permitiendo que los judíos crucificaran a Jesús; en cada estación se mencionaba una reflexión para los ciudadanos.
Posteriormente, Jesús cargó la cruz de madera para recorrer varios kilómetros con ella en el hombro, decenas de fieles católicos se conmovían por la gran actuación de los actores, sobre todo de los soldados que sin pensar golpeaban y gritaban a Jesús “Camina, muévete no tengo tu tiempo, rey de los judíos”, al mismo tiempo que se burlaban de él.
Vino la primera caída de Jesús bajo el peso de la cruz, los niños eran los más conmocionados con la historia, no alcanzaban a comprender qué pasaba por las calles de Frontera, alrededor, los padres explicaban que era una actuación de lo que Jesús vivió y sufrió por la humanidad, la mirada de los niños era conmovedora.
Los creyentes recorrieron varios kilómetros desde el Santuario hasta la capilla Cristo Rey en la colonia Borja, cantando “Perdona a tu pueblo señor” y haciendo penitencia al atender el llamado de la iglesia para aprovechar la Semana Santa y purificar su espíritu.
Así se recorrieron las 15 estaciones del viacrucis poco a poco se unía más gente, otros vieron algunos momentos en el exterior de sus hogares.
Al final del recorrido, Jesús y los dos ladrones fueron colocados en sus cruces y levantados por los soldados romanos, recreando así los pasajes de la Biblia, ahí se acercó María y las llamadas “lloronas”.
Cristo puso fin a la recreación gritando a la multitud: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, luego murió, para después ser bajado y entregarlo a los brazos de María, quien lloró el dolor de una madre que vio morir a su hijo, finalmente fue sepultado para la resurrección.
