Una cámara fotográfica estuvo a punto de marcar su vida, pero una mala maniobra al colocar el rollo terminó su corta carrera. Se decidió por el sueño del futbol, cosechó centenares de triunfos y actualmente es maestro rural en el Ejido Dolores de Castaños, Coahuila.
Son las 5:40 de la mañana. Rafael Villalobos Montalvo, se levanta y se prepara para un viaje de una hora. Es originario de la colonia Los Pinos, nació el 21 de diciembre de 1984, es hijo de Rafael y Nora.
Se despide de su esposa Claudia González, y besa a sus hijas Jimena y Melissa. Su primera parada es en una gasolinera de Castaños, ahí se reúne con las maestras Irma Franco y Abril Guerrero, y juntos viajan por la carretera 57 hasta al entronque del Ejido Santa Teresa.
Después un recorrido por terrecería, llegan al Ejido para dejar a la maestra Abril y retoman el camino por 15 minutos más.
Durante este ir y venir por más de 8 años ha visto venados, gatos monteses, culebras, tarántulas y hasta osos. Todo esto, solo para llegar a su querida escuela primaria “Prexedis G. Guerrero”.
Villalobos, recuerda que eligió esta carrera gracias a sus hermanas Yesenia y Cindy, además de sus tías que son maestras. Es egresado de la generación 2003-2007 de la Escuela Normal de Coahuila, y no se arrepiente, al contrario, cada día se enamora más de su profesión.
Hace una pausa, y sentado en la sala de su casa, confiesa que extraña a sus 19 alumnos de primer, segundo y tercer grado. Desde que comenzó la cuarentena por el Covid-19, no los ve y no pude comunicarse con ellos porque no hay señal en el Ejido, y es a través de una persona que manda las actividades.
“Me considero un buen maestro, soy muy exigente. Trabajo en una muy buena comunidad, es agradable, son nobles y sobre todo, todavía se tiene el respeto hacía el maestro”, expresó.
Junto con su compañera, la maestra Irma Franco, trabajan en el cambio de mentalidad de sus alumnos y sobre todo en luchar por sus sueños.
Ya dejaron huella, dos ex alumnos de las primeras generaciones estudian la Universidad.
Paradójicamente, no ha podido despertar el interés de sus alumnos por el futbol, es algo que sigue tratando, sin embargo, no hay campos de este deporte y la comunidad es muy beisbolera.
SUS INICIOS EN EL FUTBOL
El gusto por el futbol comenzó cuando su padre jugaba con el equipo Alacranes de Frontera y siempre lo acompañó a cada partido. Su trabajo era ayudar a bajar las cosas, colocar redes o pintar, pero sobre todo animarlos.
Su primer equipo fue Santos de la colonia Morelos de Rogelio López, quien es padre del legendario Rogelio, que debutó con Santos Laguna en la Liga MX.
Su posición fue medio por sus habilidades y complexión. Cuando ingresó a la Secundaria 1 de Frontera se incorporó al equipo y en 1998 jugó su primer estatal de Inter secundarias, logrando el tercer lugar.
Además, tuvo participación en la entonces Copa Coca Cola, aquí era conocido por “Roquero”, mote que le puso su entrenador Francisco Rivas (+).
En nivel medio superior, estudió en la Prepa 24 y jugó poco, porque ya trabajaba en un estudio de fotografía.
Se encargaba de cargar las cosas y sujetar el cable de la cámara de video. Un día recibió la oportunidad de ser fotógrafo, sin embargo, no colocó bien el rollo, se perdió parte del evento y decidió que este no era el camino a seguir.
DEBUT EN LAS LIGAS MUNICIPALES
En el año 2000, debutó en la categoría Primera Fuerza de la Liga Municipal de Ciudad Frontera con Creaciones Mayela. El entrenador del equipo lo vio jugar, lo invitó y aprovechó la oportunidad en la media cancha.
En su primera temporada anotó 10 goles, era muy habilidoso, tenía velocidad, recuperaba al balón y aportada al equipo. A una dificultad que se enfrentó fue la edad, debido a que sus rivales eran mayores.
Su segundo equipo en esta Liga fue La Americana y jugó a la par con la Roma en el futbol rápido del 8-80, incluso en el Country.
Un año más tarde, hizo su aparición en la Liga Municipal de Monclova con Deportes Universal, logrando el campeonato en la intermedia y a la siguiente temporada jugó con el Internacional de Frontera en Primera Fuerza.
Para esto, ya jugaba con Alacranes en el futbol rápido Corona y logró el campeonato en segunda, intermedia y primera fuerza, es decir, dominó durante 3 años.
SU ETAPA COMO NORMALISTA
Cuando estudió en la Escuela Normal se incorporó al equipo representativo para jugar en la Liga Municipal de Saltillo y en los inter normales, pero el momento cumbre fue en el 2004 tras sumarse a las filas del Deportivo Rancho Seco y jugar en el circuito nacional de futbol rápido.
Para ganarse un lugar, pasó filtros y en su primera temporada avanzó hasta la segunda ronda del circuito donde se enfrentó a La Pandilla de Monterrey.
En la segunda vivió la experiencia, tuvo mayor participación y no logró clasificar a la siguiente ronda.
Por su calidad, su compañero de escuela Carlos Guerrero lo invitó a jugar con el equipo San Antonio en la Liga de Cerritos, San Luis Potosí.
Durante un año viajó, se mostró contento por jugar en otro Estado y pronto se convirtió en la estrella del equipo.
En aquel lugar, fue admirado por toda la comunidad y recibió muchos regalos simbólicos, entre los cuales le gustaban las canastas de gorditas con diferentes guisos. Aquí entendió, que su destino era en zonas rurales.
Por si fuera poco, jugó con el equipo Industrial de Jaime Serna en la Liga Municipal de Frontera, con quien se mantuvo por cuatro temporadas y logró el campeonato.
MULTICAMPEON CON NECIOS
El momento que marcó su carrera futbolística fue jugar con Necios en la Liga de Ciudad Frontera desde el 2006 hasta el 2013, con quién obtuvo 5 campeonatos a lado de sus compañeros de generación como Carlos “Oso” Valdez, Jabes Ríos y Ervey Rodríguez.
La final que más recuerda fue la primera contra Aguascalientes, a quien golearon 6 por 0. Así fue el nivel que mostraban los necios.
Otra final emblemática fue contra Plebeyos en el Parque de la Borja. El encuentro fue bastante cerrado, iban abajo en el marcador y empataron, y en la tanda de penales se quedaron con el campeonato.
Para el 2009, con la Selección Frontera representó a Coahuila en el Nacional de la Copa Telmex y vivió una gran experiencia, a pesar que las cosas no se dieron.
SU ETAPA COMO VETERANO
En el 2012 se casó con Claudia González, un año y medio más tarde dejó de practicar en forma el futbol y se dedicó a su familia y a impartir clases.
El futbol pasó a hacer su hobbie y jugó con Aceros Felán, conquistando el campeonato en segunda fuerza en el 2014, en ese mismo año en la intermedia y en el 2015, y Primera Fuerza en el 2019.
En el 2018 debutó en la Liga Veteranos en Monclova y en San Buena en Cheyenes, con quien se mantiene activo logrando la corona en ese mismo año y ha perdido tres finales consecutivas.
Su meta, es disfrutar a su familia y al futbol, pero sobre todo forjar a hombres y mujeres de bien a través de la educación en zonas rurales.