El domingo pasado se le realizó un
aborto legal a una
niña argentina de 14 años en la provincia de San Juan. La joven sufre un retraso madurativo y había sido violada. Por eso pudo acceder a este derecho ya que su situación está contemplada dentro de las causales que estipula el Código Penal vigente.
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Sin embargo, a pesar de esto, un grupo de
militantes antiabortistas o antiderechos –como se los conoce– ingresó violentamente al hospital e intentó impedir que la camilla de la menor de edad llegue a la sala de operaciones. A esto se sumó que un médico de la institución denunció a sus colegas y las autoridades por llevar a cabo la interrupción del embarazo que, además, contaba con el aval necesario de los padres de la
niña.
Cabe destacar que, ante la denuncia de la violación, fue detenido un hombre de 32 años, llamado Marcelo Villalobo. Oriundo de Bolivia, es el propietario de una casa en la que trabajaba la familia de la joven.
El "partido celeste"
El pasado 8 de agosto el Senado argentino rechazó un proyecto de ley de legalización del
aborto. Sin embargo, el debate abierto en la sociedad los meses previos provocó masivas movilizaciones, sobre todo a favor, pero también en rechazo a la iniciativa.
Como resultado de ese proceso, este martes se presentó en Buenos Aires el Partido Celeste (por el color que identifica a los antiabortistas). Su principal impulsor, Raúl Magnasco, analizó que hay "una crisis de representatividad" en lo que respecta a la defensa de la vida "desde la concepción hasta la muerte natural".
Esa mirada remite a que el debate sobre el
aborto atravesó a todos los partidos de manera transversal –excepto a la izquierda que apoyó de manera unánime– con posiciones a favor y en contra. "La ciudadanía ha pedido que haya un partido 'provida' que pueda representarlos en las futuras elecciones, lo que hacemos es tomar esta idea y darle cuerpo", detalló Magnasco.