El uso del brazalete electrónico, para aplicar medidas de monitoreo y restricción, a hombres que agreden a mujeres es poco común, sin embargo, en los casos extremos seguirá solicitándose como medida cautelar ante la Fiscalía, con el fin de proteger a las víctimas de agresión.
Ludivina Gómez, directora del Centro de Justicia y Empoderamiento en Acuña, dijo que el año pasado se solicitó esta medida solo en dos casos de violencia extrema, y durante el 2019 no se ha requerido.
La violencia en todos sus géneros como tal es un delito, por lo que debe aplicarse castigo a los agresores, además en el caso de hombres que afectan la integridad de las mujeres, deben canalizarse a la instancia correspondiente, de ser necesario.
La directora del Centro de Justicia, dio a conocer que hay casos en que mujeres en situación de violencia desean tomar terapias de pareja, sin embargo, con una situación de este tipo, se encuentra impedida para ello, debiendo darse atención individual para quien se encuentra más expuesto.
“Se da atención, por una parte, a la usuaria y por otra al agresor, y una vez que haya cesado una situación de violencia, se debe valorar por especialistas, psicólogos, hasta entonces se puede canalizar a una terapia psicológica de pareja”, externó.
Se trata de erradicar en cada caso, las condiciones de violencia familiar, evitando que los hijos sean replicadores de los cuadros con sus padres.
“Difícilmente en los casos de violencia hay una conciliación o mediación, porque no se puede hablar de condiciones de igualdad, cuando se registra un desequilibrio respecto a la violación de derechos de la parte afectada, en este caso de la mujer”, es evidente que, ante una vulneración de los derechos, lo primero que se debe hacer es erradicar ese cuadro de violencia, apuntó.
Ludivina Gómez Zamarrón, directora del Centro de Justicia y Empoderamiento.
