Violencia de género el cáncer de México

Tras los hechos suscitados en el municipio de San Andrés Cholula, sobre la desaparición y asesinato de Mara Fernanda Castilla, una joven de 19 años, estudiante de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP). El viernes pasado 15 de septiembre la empresa Cabify emitió un comunicado con la siguiente narrativa:

“Lamentamos profundamente el fallecimiento de Mara Fernanda. Como expresamos anteriormente, todo nuestro equipo se solidariza con su familia y los acompañamos en este momento. Para ellos, nuestras condolencias. Cuentan con todo nuestro apoyo” ...

Sin embargo, es claro que la descripción sobre la muerte de Mara Castilla es incorrecta, ante el uso de la palabra “fallecimiento” y no “asesinato” como lo fue. Es primordial que, en un país como México, aprendamos a llamar a las cosas como lo son. Pues las cifras que a continuación les voy a presentar, deberían modificar el lenguaje que utilizamos, sobre todo porque los asesinatos de mujeres siguen en total aumento.

· Según Amnistía Internacional cada día siete mujeres son asesinadas en nuestro País.

· Ante la ONU, ocupamos el puesto número 16 de feminicidios en el mundo.

· De acuerdo con el INEGI existen siete estados de la república con alertas activas de violencia de género y 17 solicitudes más para decretar esta misma alerta en otros estados que tienen una alta incidencia en este delito.

· Entre 2015 y 2016 fueron asesinadas más de 4 mil mujeres, con base en el estudio del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio en donde solo 600 de estos casos fueron investigados y únicamente el 1.6 por ciento fueron condenados a sentencia.

Sin duda alguna, en México la violencia hacia la mujer es un fenómeno histórico y complejo, enraizado en el inconsciente colectivo de modo incongruente, que funciona como un mecanismo de subordinación ante lo masculino; un machismo a la mexicana que rebasa las lesiones físicas y se reprime en los actos de lo cotidiano. Comentarios como: “¿Que hacía sola y tan noche?”, “De seguro estaba borracha”, “Eso le pasa por andar de libertina” son un claro ejemplo de la misoginia y sexismo que existe hacia las mujeres, una manera de justificar el comportamiento opresor de quienes nos agreden, nos violan, nos secuestran y nos matan. Porque Mara, somos todas. ¡Ni una más! Justicia e indignación para todas las mujeres.

¡Cuidado el machismo mata!