Castaños.-De colores se viste el camposanto el día Primero de Noviembre, cuando se celebra el día de los Angelitos. Globos, juguetes, coronas, cruces y flores de mil colores adornan las tumbas de los pequeños que dejaron este mundo terrenal.
Son las 12 del mediodía, el sol brilla a todo su esplendor, no hay viento en el municipio de Castaños, sin embargo en el panteón Municipal por el pasillo principal, llama la atención las primeras tumbas que se encuentran al lado izquierdo de este lugar, globos flotando como si un niño estuviera jugando con ellos.
“Pareciera como si un fuerte viento estuviera moviendo los globos”, manifestaban visitantes “pero ni aire hace”.
El cargar en tu vientre por nueve meses a un ser, producto del amor entre papá y mamá, es la experiencia más linda que una madre puede tener, ver nacer a tu primogénito es el orgullo de los dos, lamentablemente solo disfrutarlo unos meses y perderlo para siempre es lo más terrible que puede suceder.
“PAPÁ DIOS SE LO LLEVó”
La señora Alejandra Santellana, joven madre castañense recordó con gran dolor la pérdida de su hijo César David, quien a los cuatro meses de haber nacido falleció por bronco aspiración. Fué el 9 de febrero del 2013 cuando se despidió de su pequeño hijo, pero año con año acude a visitarlo no solo en estas fechas sino el día del niño, en su cumpleaños, o cuando quiere estar con él.
“Son sentimientos de tristeza y gran dolor, pero Dios me ha enviado a dos hijas, a quienes amo con el corazón, y desde pequeñas hemos estado trayéndolas a que visiten a su hermanito mayor, ellas aún están pequeñas pero algún día entenderán que siempre hay que visitar al ser amado y aún cuando no estén físicamente con nosotros, debemos demostrar nuestro cariño hacia ellos” mencionó.
Cabe mencionar que la señora Alejandra Santellana llega desde temprana hora, el día primero de noviembre y pasa todo el día en el camposanto hasta que anochece, y este día solo a mediodía.
?DESDE HACE 32 AÑOS ACUDO A VISITARLO? ¡YO LO AMABA!
“En aquellos tiempos hacia mucho frío, todas las noches helaba y amanecíamos con temperaturas muy bajas, mi hijo murió de neumonía a la edad de seis meses, Héctor César” manifestaba la señora María quien recuerda a su hijo con mucho cariño.
“Miro a mi hijo al más chico que Héctor César, lo veo tan grande y siempre digo así estuviera mijo, bien alto y grande”.
Cada cuatro de septiembre le coloca su veladora, y lleva flores, reza mucho por él y siempre está en sus corazones.
El día de ayer el camposanto Municipal estuvo de fiesta con globos, juguetes y flores de mil colores que adornaban las tumbas de los Angelitos.