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Coahuila

Vive Beddy para enseñar

Staff / La Voz
Por Staff / La Voz - 15 mayo, 2017 - 03:18 a.m.

Desde hace 20 años no deja de acudir a la escuela porque dar clases le da una gran satisfacción

Desde hace 53 años, la maestra Beddy Gamboa Lugo ha dedicado su vida a la docencia, es por ello que a pesar de haberse jubilado desde hace casi 20 años no deja de acudir a la institución que le representa una gran satisfacción.

Para la maestra Beddy comenzó esta gran aventura en 1964 cuando junto a su esposo, Joseph Brubek, originario de Estados Unidos abrieron el Instituto Norteamericano de Ingles, donde impartían clases de inglés a estudiantes de diferentes planteles de la región.

Aunque al principio no estaba convencida que la docencia fuera la carrera que quería ejercer, decidió no dejar solo a su compañero de vida en este proceso, es por ello que sacaron adelante la institución, sin imaginar que esta profesión sería el camino que quería seguir.

Con el paso de los años, la pareja tuvo que cerrar el instituto por los problemas de salud, así que pensando en sacar adelante a su familia decidió explorar nuevos caminos, pero en la docencia que le representaba una gran satisfacción.

La profesora buscó la oportunidad de ejercer en diferentes preparatorias donde afortunadamente le dieron la oportunidad, pues contaba con la experiencia y la trayectoria necesaria para estar frente al salón de clase.

Entre las instituciones donde ejerció se encuentra la Uane, así como Bachilleres Monclova, pero en 1982 ingresó al Conalep Monclova, la institución que le ha robado el corazón y es parte importante de su vida.

En ese lugar recuerda que conoció al profesor, Refugio Moreno García, director de la institución con quien no solamente compartió una gran pasión por la docencia, lo que permitió formar una gran amistad que se vio interrumpida hace unos meses cuando el profe “Cuco” partió al cielo.

Ser maestra representó una gran satisfacción para ella, pues no solamente ayudaba a la preparación académica de los estudiantes, también estaba interesada en prepararlos moralmente para afrontar los retos que tendrían en la vida.

Además salir a la calle, donde se encuentra a quienes en su momento fueron sus estudiantes, ahora como padres de familia representa una gran satisfacción, pues significa que aún la recuerdan y ha dejado huella en su paso por este mundo.

“Un verdadero maestro no solamente debe preocuparse por enseñarle a sus alumnos la vida académica, también los retos que van a tener en la vida, ayudarlos en su situación familiar e impulsarlos de la mejor manera para salir adelante”, reconoció la maestra.

En 1998, la maestra cumplió período de jubilación, sin embargo entendió que estar en su casa no era para ella, así que voluntariamente acude al Conalep Monclova para tratar de ayudar en algunas cosas, además de estar en constante comunicación con sus compañeros y amigos.

Casi a diario, la profe Beddy toma un camión que la lleve hasta la institución donde aprovecha el tiempo para pintar algunos murales, además colabora en actividades extracurriculares de los estudiantes como la oratoria y la declamación.

“Aunque me retire en 1998 vengo al Conalep porque es un trabajo voluntario que hago para pintar algunos murales, buscando dejar huella, una marca en la institución así como en cientos de alumnos que pasaron por mi clase”, recalcó la docente jubilada.

Las paredes de la institución tienen vida, colores, pero sobre todo dar una mejor imagen gracias al toque especial de la maestra Beddy, quien dedica tiempo y esfuerzo para pintar murales sobre la naturaleza, despertando el interés de todos los estudiantes, los cuales la ayudan para concretar sus ideas.

Actualmente, la maestra está por cumplir 90 años de edad, de los cuales 53 se los ha dedicado a la docencia, profesión que la llena de entusiasmo, día a día para seguir adelante, pues no existe impedimento, ni mucho menos obstáculo que la detenga.

Aunque me retire en 1998 vengo al Conalep porque es un trabajo voluntario que hago para pintar algunos murales, buscando dejar huella, una marca en la institución así como en cientos de alumnos que pasaron por mi clase”

Pintar, su pasatiempo

Las paredes de la institución tienen vida, colores, pero sobre todo dar una mejor imagen gracias al toque especial de la maestra Beddy, quien dedica tiempo y esfuerzo para pintar murales sobre la naturaleza, despertando el interés de todos los estudiantes, los cuales la ayudan para concretar sus ideas.

Un verdadero maestro

“Un verdadero maestro no solamente debe preocuparse por enseñarle a sus alumnos la vida académica también los retos que van a tener en la vida, ayudarlos en su situación familiar e impulsarlos de la mejor manera para salir adelante”

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