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Coahuila

Vive en soledad y se siente vacío  

Teresa Muñoz
Por Teresa Muñoz - 20 mayo, 2020 - 10:02 p.m.
Vive en soledad  y se siente vacío   
Vivir en soledad, es como morir lentamente en agonía, expresó Don Juanito López.

MINERAL DE PALAÚ, COAH.- ¡Vivir en soledad, es como la muerte!, vivir en agonía y morir lentamente, exclama Don Juan Mario López Rodríguez quien a sus 79 años de edad, vive solo en su humilde hogar y de la caridad de una vecina de nombre Juanita Torres.

Sentado en una silla que tiene en el patio de su pequeña casa observamos leyendo periódicos a Don Juan, él sonríe, saluda y amablemente nos invita a pasar a su vivienda.

Se pueden observar a simple vista, árboles frutales y una carrizada que rodean el inmueble como testigos mudos de la soledad que embarga a la persona de edad avanzada en el domicilio que compró en el año 1985 a un criador de cerdos, expresa.

“Me gustó aquí porque no quería un hogar muy grande pues siempre he vivido solo, yo quería un cuartito pa´mi, pa´quedarme los años que yo durara”, destaca al agregar, “nunca me casé, nunca le busqué si no, ahorita estuviera yo más o menos”.

Su casa son 2 cuartos en uno tiene una cama donde duerme la mayor parte de los días, yace una estufa abandonada pero expresa que sí funciona con una manita de gato, además para ingerir sus alimentos se apoya con una pequeña mesita.

Contrario al siguiente cuarto, ahí atesora lo más preciado, sus periódicos pues desde niño menciona le gustaba mucho leer, es su refugio, es su espacio que, a pesar de verlo carente de muchas cosas, para él, son sus pertenencias más preciadas que lo han acompañado a lo largo de su vida.

Sus ojos azul mar, brillan de alegría y se inundan de llanto de emoción cuando hablamos de quienes hicieron posible que él, tuviera su letrina nueva.

Para muchos será algo insuficiente, para mí no, dice tajante, esto se lo debo a Juanita mi vecina y, a la señora alcaldesa, Luisa Santos Cadena “Muñeca” pues para quienes desconocen de ello, gracias a la gestión de quien me ha ayudado en todo momento brindándome cariño, cobijo y un plato de comida “Juanita” me hicieron llegar por parte del Ayuntamiento una letrina.

Recuerdo que le dije a Juanita consígueme una letrina porque la que tenía estaba ya inservible no pedí más; entonces esto llegó a oídos de la señora Presidenta y de inmediato me trajeron el servicio no obstante quedaron en instalarme un sanitario en el interior de mi humilde hogar, la casa de todos ustedes.

Al preguntarle si se dio cuenta de la controversia que se generó por la cuestión de la letrina dijo: Para mí ya es una costumbre el salir de mi hogar y dirigirme al baño de poso, aquí lo que importa es qué las autoridades actuaron de buena fe, de buena voluntad y yo estoy infinitamente agradecido.

No se trata de juzgar, sino de apoyar y, en mi caso Juanita fue la que vio en las condiciones que estoy porque siempre me ha acompañado conoce de mi vida de mis carencias, no me ha dejado, entonces a ella y, a la alcaldesa les agradezco por este apoyo.

De su infancia señala que sus padres fueron: Melquiades López Cruz, el cual murió cuando este tenía 50 años de edad, en tanto su madre, Paulita Rodríguez Maldonado, falleció cuando Don Juan tenía tan solo 12 años de edad.

En su rostro se refleja cansancio, tristeza y cicatrices en su alma, refiere ha sufrido mucho desde su infancia al quedarse junto con su única hermana de nombre Armandina sin la protección de su señora madre.

Por si fuera poco, mi hermana se fue a vivir a Estados Unidos y allá murió en el año de 1997; desde antes que perdiéramos a nuestra madre, cuando yo era muy pequeño, mi padre nos abandonó, él contrajo nuevas nupcias, se casó en 3 ocasiones y tuvimos tres madrastras, a la edad de 12 años finalmente nos buscó y llevó a vivir a Laredo, Tamaulipas por espacio de 6 años pues mi padre trabajaba allá en las Industrias Unidad.

Sin embargo, indica, “con el correr de los años yo regresé aquí a Palaú, aquí me forjé, trabajé donde podía, donde me ocuparan le ayudé a mi papá a trabajar en una cantina, después laboré 8 años en MIMOSA, en la Minita otros 8 años y luego me pensioné y conseguí este lugar donde ahora vivo.

Al recordar a su madre, no puede evitar las lágrimas, dice que cada 10 de Mayo, se acuerda de quien le dio el ser, la mujer que nunca abandonó a sus 2 hijos, ella se aguantaba el hambre por darnos de comer a nosotros, hacía lo que podía, expresa y llora.

Menciona que solo cursó primero y segundo grado en la escuela primaria “Benito Juárez” de esta localidad, desde entonces le nació el gusto por la lectura.

Don Juan dice que estos días han sido para él de mucha felicidad, pues ha recibido la visita de personas que se han preocupado por su bienestar, por su salud, y añade, si me preguntaran qué quiero en estos momentos, les diría el libro “100 Años de Soledad”, del escritor Gabriel García Márquez, pues es muy difícil para mí, vivir en soledad.

A lo largo de estos 79 años, mi vida ha sido de sufrir y sufrir, batallar y todos, todos batallamos, pero más unos que otros, dice que a todo se impone uno, menos a no comer, a no alimentarse.

Dijo que es Juanita y su esposo quienes lo han apoyado cuando enferma, hace poco estuve muy enfermo por poco y muero pues me subió la diabetes luego me bajó, tengo muchas enfermedades en el cuerpo.

En ese momento expresa: “Le agradezco a Dios que me ayuda mucho”, con su mano izquierda se toca el rostro y ruedan las lágrimas por sus mejillas, diciendo, tengo mucho que agradecer a Dios principalmente.

Recuerda que antes acudía al templo “Cristo Viene”, a orar con Dios, pero hoy ya no puede asistir, se iba en su bicicleta, pero hoy le pesan los años, ahí, en el tempo duraba unas dos horas pidiéndole a Dios que me ayudara más, destaca.

Prosigue con La charla y dice, todos los días me despierto, hago el sacrificio porqué ya está uno viejo, ya no puede uno caminar como antes, pero lo que quiera Dios, que me ayude a moverme y con eso estoy contento además de tener que comer para seguir adelante hasta que Dios quiera.

Al preguntarle qué, espera de la vida y de Dios a quien le reza, dice: Espera uno la muerte nomás, pa´descansar, pero eso será cuando Dios quiera, cuando Dios diga.

Me siento cansado, aburrido, solo, pero a veces piensa quisiera mejor matarse para ya no sufrir, sin embargo, dice, eso es castigo de Dios.

Hay que vivir la vida, como Dios nos de licencia, muchos se matan antes, porque sufren mucho y yo estoy sufriendo más porque estoy ya viejo y solo, añoro mucho mi juventud, pero cuando Dios diga, hasta aquí, hasta yo me voy con gusto y, a donde me lleve, él es el que manda, así se expresa a LA VOZ, Don Juanito López quien ha vivido décadas en completa soledad.

  • Vive en soledad  y se siente vacío   

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