Monclovenses que habitan en la Ciudad de México y fueron testigos de la sacudida que dio el sismo registrado el pasado jueves 7 de septiembre están aún atemorizados por este fenómeno natural y temen que nuevamente se registre otro suceso que deje más daños.
Giovanna Tome Williamson narró cómo por primera vez vivió esta situación y aún tiene momentos de pánico luego de presenciar la magnitud de la situación que en otros estados de la República dejó grandes estragos.
“Siempre hay una primera vez para todo, y la mía fue el día de ayer 7 de septiembre al sentir el primer temblor en mi vida, el de mayor magnitud detectado en la Ciudad de México hasta ahorita desde hace 100 años”, expuso.
“Agradezco que este terremoto haya sido oscilatorio, ya que si hubiera sido trepidatorio no la contamos. Me encontraba en un departamento en el sexto piso, eran las 11:50pm, empieza a sonar la alerta sísmica, que era la primera vez que la escuchaba”, agregó. “Es un sonido realmente alarmante, y horrible, sujeto mis botas, corro hacia la puerta con ellas en la mano, salimos todos, (primos y una tía) comenzamos a bajar por las escaleras, veo que la gente va saliendo de sus departamentos y yo lo único que hago es correr y gritar “corran más rápido” narró.
“Al llegar a la planta baja salgo por la cochera que gracias al portero del edificio ya se encontraba abierta, salimos todos parándonos en medio de la calle, evitando colocarnos bajo cables, y tratando de estar lo más lejos posible de edificios. Yo temblaba de miedo, (aún lo sigo haciendo) y veía como los postes de luz se movían de un lado a otro; no le veía fin y solo pensaba que esto ya termine Dios por favor. Veía a señores, señoras cargando a sus hijos con un miedo impresionante. Al terminar el temblor y a los pocos minutos veo que la gente empieza a entrar de nuevo a sus casas, yo preferí quedarme afuera una hora más por eso de las réplicas que se vinieran.”
Al pasar el fenómeno luego de una hora decidió ingresar nuevamente a su departamento y al encender la televisión en todos los noticieros se estaba trasmitiendo lo sucedido, sobre todo lo que pasó en demás estados de la república donde se derrumbaron grandes construcciones. “Ver cómo se destruyeron construcciones, cómo se movía todo impresionante y después empezar a escuchar las muertes que iban sumando, eso es lo más triste de todo y una impotencia porque obviamente con la naturaleza no podemos. No dormí hasta las 7:00pm del día siguiente, solo de pensar si me tocaba otro y yo dormida, quizá esté exagerando, pero mi nivel de tolerancia en estás situaciones es nulo”.
“Sigo nerviosa porque obviamente en Monclova de donde soy y he vivido toda mi vida no pasan estas cosas gracias a Dios, y desgraciadamente ahora vivo en un estado donde esto pasó, pasa y seguirá pasando toda la vida. Es verdaderamente triste cuando no tenemos manera de evitar estas tragedias. Yo solo rezo y pido a Dios por todos y por el mundo entero para que siempre tengamos paz y estemos conscientes de disfrutar la vida al máximo porque en un segundo se va” concluyó en su crónica la monclovense.
Familias de nativos de Monclova aún siguen también preocupados por sus seres allegados que se encuentran en esa ciudad o en los estados afectados, temen nuevamente haya otro fenómeno natural, incluso consideran regresar a Coahuila al menos en unos días.
