El frío sorprendió a muchos ciudadanos, sobre todo a la gente de bajos recursos como a María Hernández, quien deseaba que no llegara esta temporada del año en donde el frío la deja en total vulnerabilidad luego que le quemaran su casa y se quedara sin nada.
La vecina de la colonia Las Moritas, una de las colonias de bajos recursos en la ciudad, allí hay decenas de viviendas sin cristales en las ventanas, con techos de láminas y muchas veces sin puertas ni ventanas.
Fue en diciembre pasado cuando le quemaron su casa ubicada en la calle Bruno Neira número 91, todo por un pleito familiar, la que era su nuera ocasionó la tragedia que la dejó en la calle, una situación dolorosa y muy difícil de olvidar, ya que a la fecha no se ha recuperado.
María Guadalupe no quería que llegara el invierno.
Allí María perdió todo, desde las cobijas hasta los sillones, ropa, muebles y de más cosas que con esfuerzo había obtenido, fue como empezar desde cero, pero llegar a esta etapa del año le duele, sobre todo porque ahora no tiene cobijas para mitigar el frío.
Tiene un hijo pequeño y día a día es el que lo motiva a no rendirse a pesar de lo difícil que puede ser la vida, María Guadalupe menciona que no está esperanzada a lo que la gente le da, pues ella sabe trabajar, aunque lo que gana no le alcanza.
Ella trabaja en un restaurante de la ciudad, lavando trastes, con lo que gana a diario lleva el pan a su mesa, cuando pasó la tragedia mucha gente le ayudó, le llevaban ropa y un colchón, poco a poco se ha hecho de todo lo demás.
“Ahorita compré unas ventanas usadas para ponerlas y no se cuele el aire frio, porque luego nos enfermamos y es peor porque no hay para ir al doctor”, señaló.
Dijo que ahora que se sintió el frío, está preocupada por conseguir cobijas sobre todo para su hijo, además de veladoras pues con el cambio del clima oscurece más temprano y como en el sector no hay energía eléctrica, usan las veladoras para hacer cualquier actividad por la noche.
La mayoría de las viviendas son de bajos recursos.
