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Coahuila

“Ya no quiero ser policía”

Por Staff / La Voz - 22 mayo, 2019 - 01:51 a.m.
“Ya no quiero ser policía”No piensa regresar a su trabajo riesgoso y sin seguridad social.

La mujer policía que fue apuñalada en días pasados ya se encuentra en su vivienda recuperándose, con daño psicológico además de la preocupación por una segunda cirugía que le tendrán que practicar por traer coágulos de sangre alrededor de los riñones.

Perla Cecilia Espinoza Rangel es la policía que fue agredida por un joven, ella cumplía con su labor que era mantener la seguridad en el lugar,

“Lo vimos que estaba tomando, lo pescamos y forcejaba, me pegó con un vote a un lado del ojo, su novia también empezó a pegarme, el otro oficial se cayó, el agresor se levantó y le pegó a Perla en el estómago, empezó a correr detrás de él se nubló la vista y ya no supo nada.

Ahora tiene daño psicológico, cualquier persona desconocida le da miedo.

Cuando despertó se enteró que le había perforado el intestino con una navaja, él quedó libre después de tres días, muy poco tiempo para los días que ella duró hospitalizada, fueron 10 días en el Hospital Amparo Pape.

“Me imagino que ha de haber pagado, no es justo que yo estuviera bien grave en el hospital”, comentó la mujer que ya se encuentra en el domicilio de su madre luego de esta difícil situación por la que no quiere volver a pasar.

Ella estaba en la guardería de la 11, ahí hacía su turno, cuando recibió una llamada de su jefe Otoniel Martínez era un evento de una radiodifusora y el ayuntamiento, un evento familiar, acudió a cumplir con su labor como policía auxiliar.

En el evento había policías de Frontera y policías de tránsito, a los auxiliares los dejaron en el área de mayor riesgo, en donde ocurrió todo.

No tiene seguro porque no está dentro de la corporación, en esta misma situación se encuentran cerca de 20 elementos auxiliares que lo único que los distingue como tal es el uniforme, pues ni un gafete portan para su identificación.

“Ya no voy a regresar a esto, me da miedo, sentada afuera me da miedo, cualquier persona que pasa por aquí me da miedo, estoy con el corazón vibre y vibre”, comentó la mujer que tienen un daño psicológico y no está tomando terapia.

Comentó que estuvo pensando bien eso, ella quería vender hot dogs antes de ingresar como auxiliar pero por ciertas razones no fue posible y no le quedó de otra más que aceptar el trabajo por necesidad.

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