Por: Efrén Lira Fernández
Cd. Acuña, Coah. -La anterior Ley de Reforma Educativa, que aplicó el gobierno federal, misma que está en proceso de derogación, hasta cierto punto era discriminatoria para el Magisterio. “Había un sentir de un grupo importante del Magisterio en activo, en el sentido del término de la ley, denominado como permanencia”. César Francisco Catache Gallegos, director de Educación Municipal, así opinó respecto al tema.
Dijo que la licencia o el título de los maestros estuvo en riesgo, al estar sujeto a un periodo de validación cada tres años, como si el conocimiento de cualquier profesión, en este caso del maestro, tuviera un valor parcial, cosa que nunca había sucedido en México.
Externó que este hecho lamentablemente se tornó discriminatorio, y podría haber sucedido igual, en algún momento dado; con los ingenieros, médicos, arquitectos o enfermeras, pero fue en el sector del Magisterio donde ocurrió esta situación.
“Fue una reforma que trajo inconformidad de miles de maestros en el país, pero además se puso en duda la calidad de los maestros para trabajar, y se agregó el hecho de la permanencia, ya que, de no aprobar exámenes escritos y planeados por la Secretaría de Educación, podrían haber perdido sus fuentes de trabajo y sobre todo se vulneró la estabilidad económica de sus familias”, agregó.
Manifestó que ahora lo que hace el nuevo gobierno federal esta invalidando esa reforma, aún que indudablemente debe hacerse una modernización de la educación, pero tienen que considerar algunos aspectos, relacionados con el aspecto de preparación académica, pedagógica, con nuevas dinámicas de enseñanza.
Los maestros no deben ser sujetos de medidas correctivas, ni ser señalados como únicos responsables de la situación educativa que se registra en el país. “Entiendo que el Magisterio tiene una parte de su responsabilidad profesional, pero el aspecto educativo es multifactorial, que influye directamente en los estudiantes”.
Catache Gallegos estableció que se espera que al derogarse la reforma educativa anterior, el Magisterio recupere el tiempo que se perdió, en esta dinámica que se vivió durante el sexenio que concluyó y que sea mejor para las nuevas generaciones.