Por: Teddy Fuentes
FRONTERA., COAH.-La volatilidad actual en los precios de los productos de la canasta básica y el posible aumento que se vendrá a partir del mes de enero derivado al incremento al costo de los combustibles, han provocado que muchos padres de familia vean el 2020 con una estabilidad económica incierta, toda vez que aseguran ya no se completa con el gasto y los salarios se mantienen en la misma cantidad.
Padres de familia que acuden diariamente a los centros comerciales aseguran que cada vez es más difícil adquirir los alimentos de la canasta básica, además con el incremento en los combustibles que anunció la SHCP serán más el alzas que los comercios realizarán a partir del primero de enero, disminuyendo el poder adquisitivo y reduciendo al mínimo la economía de las familias.
“Antes nosotros hacíamos la despensa semanal con menos de mil pesos, las últimas traemos pocos productos y el costo se incrementa a más de mil 500 pesos, lo cual dificulta la manutención de nuestros hijos porque el aumento al salario no es suficiente”, dijo el señor Juan Carlos Mancha Andrade, vecino de la colonia Guadalupe Borja.
Al dialogar con habitantes de este municipio a las afueras de un conocido centro comercial, explicaron que las grandes cadenas comerciales incrementan los precios sin ningún control, situación que los mantiene a la expectativa de que pasará durante la “cuesta de enero”, cuando el poder adquisitivo de las familias es menor y el costo de los productos es más alto.
“Los gobernantes no piensan en las personas que tenemos que mantener a nuestras familias con el salario mínimo, antes podíamos comer decorosamente, hoy nos ponemos contentos si por lo menos dos días a la semana incluimos carne a la comida diaria”.
Las personas que acudieron al centro comercial a realizar sus compras, explicaron que derivado de los aumentos que se dieron este año, han tenido que modificar su forma de vivir, ya que si antes podían salir dos veces a la semana al cine o de fiesta, ahora solo lo hacen una vez por quincena, esto para no mermar el dinero destinado para el pago de servicios y alimentos.