Programa Frontera con Corazón: Transformando vidas de indigentes en Coahuila

Descubre cómo la iniciativa humanitaria en Frontera, el programa Frontera con Corazón, está marcando la diferencia en la región.

Por: Azucena Tenorio

FRONTERA, COAHUILA.- A Pedro muchos lo conocían como "el de la mora", y a Jaime simplemente como "el loquito de la 10 de Mayo". Así, sin nombre, sin historia, sin pasado. La mayoría los ve pasar y desvía la mirada. El olor, la ropa sucia, la mirada perdida... motivos suficientes para que la sociedad les dé la espalda. Pero detrás de cada rostro hay una vida rota, un dolor profundo, una historia que aún no se ha terminado de contar.

Pedro Elizondo lleva una década sobreviviendo como pepenador. Le gusta armar carritos con lo que encuentra. Jaime trabajó años en Ferromex, pero el alcohol le quitó la familia y el rumbo. Como ellos, hay más. "Teto", "Pechugas", Martín, Juan, Cruz... Todos con un pasado, todos con heridas. Por años deambularon por Frontera sin que nadie los volteara a ver. Hasta que alguien se atrevió a mirar más allá.

Ese alguien fue el doctor Miguel Sánchez Leija, director de Salud de Frontera, quien presentó a la alcaldesa Sara Irma Pérez Cantú un proyecto que no solo tocó corazones, sino que empezó a cambiar vidas. Así nació "Frontera con Corazón", un programa humano, real, que entiende que la dignidad no se pierde por vivir en la calle. Con apoyo del DIF, el personal médico y doce restaurantes que se organizaron para darles alimento, arrancó una de las iniciativas más nobles del año.

El 23 de mayo fue el primer día en que el Gimnasio Municipal se transformó en refugio. Allí se ofreció lo que parece poco, pero lo es todo para quien no tiene nada: un baño caliente, un corte de cabello, ropa limpia, comida y, sobre todo, un trato con respeto.

Al principio desconfiaron. Temían ser llevados a otro lado, pensaban que era una trampa. Algunos cargan traumas tan fuertes como el haber sido quemados mientras dormían. Pero con paciencia y cariño, el equipo logró acercarse. Y hoy, poco a poco, se empieza a escribir una historia distinta para ellos. Una historia con nombre, con rostro y, por fin, con dignidad.

"Tuvimos una gran aceptación y respuesta, ya nos identifican y saben que no les vamos a hacer daño, el huir de nosotros era su mecanismo de defensa por todas las veces que les hicieron daño. La finalidad es ayudarlos, no perjudicarlos, son personas muy vulnerables que casi nadie voltea a ver, pero ahí están".

No existe un padrón concreto de indigentes

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda del 2020 del INEGI, se estima que en México existen 5 mil 700 personas en situación de calle. En Frontera se desconoce el número exacto, las autoridades municipales tienen una lista hasta la fecha de 13 indigentes, pero solo 8 son los que asisten cada viernes al gimnasio.

También hay una pareja joven en la colonia Diana Laura a los que han invitado en repetidas ocasiones y otros que no se han animan por temor.

Los indigentes detectados rondan entre los 45 y 55 años de edad, un número que determinan las autoridades por el deterioro en la piel por el sol y el uso de sustancias, modificando su semblante. Quienes tienen un problema mental más fuerte creen tener 17 o 18 años de edad.

La sangre es más fuerte a los problemas mentales

"Teto" y su hermana Cruz son de los indigentes más famosos en Frontera, el primero por su extenso vocabulario tanto con adultos como con niños. Teto se encuentra ubicado a un costado de una tienda de conveniencia a una cuadra de la Presidencia Municipal, pero de vez en cuando deambula por calles de la Zona Centro.

Cruz es difícil de localizar, algunos la ven caminando y hablando sola por la colonia Borja y en otras ocasiones, en la colonia Occidental o Bellavista. Casi nadie conoce la historia de los hermanos y como llegaron a estar en situación de calle. Lo que sí es seguro es que, aunque su carácter puede ser fuerte, su cariño por "Teto" es evidente. Cuando él se siente mal, Cruz busca como ayudarlo, a pesar que ella padece cáncer cervicouterino.

"Cruz nos visita en la presidencia cuando Teto tiene dolores, ya que él tiene una hernia en su abdomen, nos pide pastillas para ayudarlo a recuperarse. Otros días también pide de comer para su hermanito y luego vuelve a desaparecer. Lo cuida mucho olvidándose de ella misma".

El doctor Miguel Leija explicó que otras autoridades de salud habían ayudado a que Cruz fuera sometida a tratamientos oncológicos en Saltillo, sin embargo, al poco tiempo desistió de ello, y se desconoce qué tan avanzada está su enfermedad. En la presidencia aun guardan una caja grande con pañales, medicamentos y gasas para ella.

Momentos de lucides

El rostro de "Teto" lo dice todo. La sonrisa que mostró contrastaba con el gesto duro con el que llegó al gimnasio habilitado por el DIF Frontera y Salud para personas en situación de calle. Él, como otros indigentes, llegó con temor y desconfianza, pero también con la esperanza de encontrar algo mejor.

Acostumbrados a bañarse en el arroyo cuando el agua lo permite, muchos de ellos no recordaban cuándo fue la última vez que tuvieron acceso a una ducha caliente, jabón, shampoo o ropa limpia. En este espacio, reciben eso y más: un trato digno.

"Teto", quien suele expresarse con groserías, estaba irreconocible. Se sentía limpio, se sentía visto. Hablaba sin parar con quienes lo rodeaban. La comida caliente y el abrigo humano hicieron que se abriera. Por unos momentos, la calle quedó atrás.

Su hermana Cruz también llegó. Caminaba despacio, con una calma que reflejaba más resignación que paz. Su delgado cuerpo y su escaso cabello dejaban ver que la salud no la acompaña. En una bolsa de plástico llevaba todo lo que posee. Objetos que para otros serían desecho, para ella son su vida entera.

Acompañó a "Teto" mientras comía, riendo sobre la actitud de su hermano hacia los jóvenes que practicaban basquetbol, quien pocos minutos antes les había aventado besos y echado ojitos.

"Yo voy a verlo porque él no viene. Yo soy la mayor, cumplí 50 años el 3 de mayo y él tiene más de 40 años, los cumplió en febrero", comentó Cruz con una sonrisa, como si no tuviera ningún problema mental o una enfermedad que está acabando con su vida.

Otro caso fue el de "Pechugas", a quien conocen en la colonia Morelos por ser muy agresivo, pasa por las calles quebrando los espejos de los automóviles y que, con malicia, avienta piedras desde el puente a desnivel de la carretera 30.

"Pechugas" llegó por primera vez el viernes 20 de junio, vestido con un suéter y con los pantalones hasta la rodilla, tomando por sorpresa a quienes colaboran. Para no espantarlo rápidamente le buscaron ropa de su talla y le dieron una toalla para que se bañara.

A los pocos minutos salió con su pantalón de mezclilla nuevo y una guayabera, sin perder tiempo tomó el platillo que le dieron y comió rápidamente, sin dejar a ver a las personas que lo ayudaron. Algo cambió su actitud y "Pechugas" se fue por una puerta lateral del gimnasio, aun llevaba un taco en la boca, mientras era seguido de un trabajador que trataba en vano, que se quedara para un corte de cabello.

"Ellos se sienten mimados, consentidos, se les da importancia y se les escucha. Hay tres que tienen una etapa de lucides muy buena, te pueden contar su historia. Si uno se da el tiempo de platicar con alguno de ellos, como Pedro o Jaime, yo les aseguro que no les hace daño, al contrario, lo pone a uno a pensar que nosotros vivimos en la gloria"

Acompañamiento psiquiátrico

No solo se busca darles comida y aseo personal cada semana, también se busca rescatar la mente de las personas o al menos, mantenerlas tranquilas mediante tratamiento específico.

"Les he comentado la situación a mis compañeros Lety Barajas y su esposo Gerardo Estrada que son especialistas en la patología dual, -que es el abuso de sustancias con problemas psiquiátricos-, como esquizofrenia, bipolaridad, pero tenemos que individualizar los casos. Cada persona es diferente, cada mente es diferente y el tratamiento debe ser igual".

Gracias a que las autoridades están generando un vínculo, podrían ayudarlos más a salir adelante, si requieren un tratamiento psiquiátrico farmacológico podrían obtenerlo de forma rápida gracias a las donaciones que la ciudadanía realiza.

"Queremos hacerles ver que estaremos con ellos cuando les toque el diagnostico, asegurarles que no les pasará nada y que no los van a ´levantar´ para llevarlos a otra parte, estando siempre con ellos durante todo el proceso"

El programa podía extenderse a otros municipios

Ha sido tanto el impacto del proyecto que familiares de indigentes de Monclova han contactado al departamento de Salud Municipal solicitando ayuda para llevar a sus seres queridos, el doctor Miguel Sánchez se está coordinando para que ellos puedan traerlos al gimnasio y que no haya problemas entre los municipios.

"Lo que no queremos es meternos en problemas en cuanto a jurisdicción o administración municipal porque se estaría infringiendo ciertas cosas, pero quien quiera unirse al proyecto o traer gente para apoyarla, no tenemos problema alguno"

Se compromete la alcaldesa a continuar el programa

La alcaldesa Sara Irma Pérez Cantú externó que el proyecto ha impactado de forma positiva y las personas involucradas están contentas, además, era una petición de la ciudadanía el trabajar por los indigentes.

"Es complicado que se dejen atender, siento que lo que les hacía falta era corazón y tratarlos con amor, sentirse queridos y sentirse parte de un municipio. Vamos a estar trabajando en ese gran programa que ha sensibilizado mucho a todos, esto es gracias a la suma de voluntades".

Señaló que todos los apoyos se dan una vez a la semana, pero se trabajará para que se haga cada tercer día, sensibilizar a más personas. Dijo que con el apoyo psiquiátrico y psicológico, el enojo y la agresión, dejen de estar presentes en sus vidas.

Un parteaguas en la región centro

"Estamos agradecidos infinitamente, yo pensé que no tendríamos tanta respuesta de los negocios, pero demostraron un gran corazón y nobleza al proyecto. Al principio se pensó que tres comidas a la semana, pero nadie comemos solo tres veces, por eso cada día le toca a un restaurante diferente, lo que ellos quieran dar".

El departamento de Salud está recopilando información de todos los indigentes a los que están ayudando con el fin de presentarlo ante más restaurantes, se pretende llegar de 25 a 30 para que les toque apoyar con alimentación una vez al mes, y no les afecte proporcionar sus productos.

El doctor Miguel Sánchez busca que el proyecto "Frontera con Corazón" se quede para siempre y pertenezca a la administración, siendo un ejemplo para el resto de los municipios que también tienen personas en situación de calle a las que nadie les pone atención.

"Yo no quiero que esto sea solo de tintes políticos, aunque yo ya no forme parte de la política en un futuro, me gustaría que me den la libertad de seguir participando en el programa, agregando a personas que lo necesitan"

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