La familia Barrera mantiene viva la tradición ferrocarrilera en un emotivo homenaje
Por: Azucena Tenorio
FRONTERA, COAHUILA.- El silbido del tren no solo anuncia el paso del tiempo, también despierta memorias y orgullo en la familia Barrera, donde ser ferrocarrilero no fue un trabajo, sino una forma de vida que se transmite como un legado de amor y esfuerzo.
Este viernes 7 de noviembre se conmemoró el Día del Ferrocarrilero, y entre los asistentes destacó la familia de Edith Barrera, vecina de la colonia Americana, quien acudió al evento acompañada de los pequeños Juan Elián y Juan Daniel, ambos vestidos con el tradicional uniforme en honor a su abuelo, Juan Esteban Barrera Díaz, y a su padre, Mario Alberto Barrera Ortega.
"Ya viene de herencia, de años. Cada año los vestimos así para que recuerden sus raíces ferrocarrileras. Conforme va cambiando el uniforme, así los vamos adaptando. Sentimos muy bonito, es un orgullo y siempre pedimos que en cada viaje los ferrocarrileros vayan con bien, porque no sabe uno el riesgo que corren", expresó Edith con emoción.
Recordó que su padre, Mario Alberto, vivió momentos inolvidables durante su trayectoria, aunque también enfrentó experiencias que, asegura, fueron paranormales, pues en más de una ocasión él y sus compañeros decían haber visto personas aparecer entre las vías del tren.
Asimismo, compartió que su abuelo, Juan Esteban, quien trabajó gran parte de su vida en la ruta Coahuila–Durango, sufrió dos accidentes mientras laboraba. Sin embargo, su pasión por el ferrocarril era tan grande que, tras recuperarse, siempre regresaba a su puesto.
"Él amaba su trabajo, aunque quedara con heridas. Era feliz entre los rieles", mencionó Edith, quien cada año honra la memoria de sus familiares manteniendo viva la tradición ferrocarrilera.
Con este homenaje familiar, Frontera celebró a quienes han dedicado su vida al ferrocarril, símbolo de esfuerzo, historia y unión en la región.