Juan Ramón Martínez Hernández es un hombre de 48 años de edad que debido a la diabetes le amputaron los dedos de uno de sus pies y perdió una pierna.
Por: Mónica Meza
FRONTERA COAH-. Juan Ramón Martínez Hernández es un hombre de 48 años de edad que debido a la diabetes le amputaron los dedos de uno de sus pies y perdió una pierna, lo que lo imposibilita para seguir trabajando, duerme en el sillón de una camioneta en la cochera de una vivienda donde le brindan apoyo, bajo una laminas soportando el intenso calor que se ha sentido en los últimos días.
El caso se dio a conocer mediante redes sociales pues los vecinos están muy interesados en apoyar y que más gente lo apoye, Periódico La Voz fue hasta el lugar donde actualmente vive y contó parte de su historia.
Hace algunos años murió su esposa debido a una enfermedad, tuvieron dos hijos de 15 y 12 años de edad, "Junior", como todos lo conocen, era muy trabajador, a veces era albañil y otras veces lavaba coches, pero siempre lograba llevar el sustento para sus hijos.
Hace dos años se le enterró una uña del pie y se le fue complicando por la azúcar al grado de que tuvieron que amputarle tres dedos lo que lo dejó con dificultad para caminar, duró un año en rehabilitación y volvió a caminar, así siguió trabajando.
Hace más de un mes cuando terminó sus labores de regreso a casa se tropezó, se cayó y a los dos días acudió a un médico porque no soportaba el dolor, le dijeron que no tenía fractura ni anda, solamente inflamación, le dieron medicamentos para calmar el dolor y le recomendó meter el pie en agua tibia pero poco a poco la situación fue empeorando hasta que se llegó el día en que le amputaron su pierna.
El mayor de sus hijos entró a trabajar pelando elotes, estaba por salir de la Secundaria Técnica # 67, pero debido a que se enfermó el hijo desapareció una semana, fue durante los días que su padre estuvo internado, él jovencito también tiene problemas de salud pues convulsiona, el otro se fue con su madrina de bautizo en Piedras Negras, está por entrar a la primaria, para ayudar a su compadre se llevó al más pequeño.
Los primeros días se sintió muy mal, no tenía ganas de nada, no le daba hambre y solamente tomaba agua, afortunadamente se acercó a Dios en una iglesia cristiana y menciona que se siente mucho mejor.
Antes de estar bajo las láminas, vivió en dos cuartitos, tenía un abanico pequeño pero no se daba abasto, por lo que decidió irse a casa de una concuña que se ofreció a ayudarle mientras sanaba de su reciente amputación y él aceptó.
Aunque pasa los días y las noches en esa cochera, bajo las láminas y en ese sillón donde hay muchas moscas, "Junior" dijo estar mucho mejor que en donde era su casa, aunque tiene una hermana que se preocupa por él, esta tiene que trabajar porque toda su familia depende de ella, también es de escasos recursos y en su casa viven sus hijas y sus nietos.
En su vivienda paga renta pero debido a que no trabaja, ya no pudo vivir ahí, solamente tenía un colchón ya no sirve, por lo que lo más necesario es una cama y un abanico de agua, en su domicilio sí hay luz pero el calor es insoportable porque todo el día pega el sol.
Don Juan comentó que sí hay gente interesada en ayudarle, lo haga con una despensa pues no necesita más, aunque le gustaría estar en un lugar más cómodo donde pueda soportar el intenso calor por lo que comentó que sí alguien tiene en su domicilio algún abanico que n use les agradecería mucho sí se lo donaran.
Ellos viven en la calle Francisco Luna con calle Chihuahua de la colonia Independencia, también se pueden comunicar con su hermana al 866206 00 50 o con la concuña que le brindó un espacio en su cochera al 866 252 83 60.