Tragedia de Celemania; herida que aún duele

El dolor, los recuerdos, el olor a muerte aún se percibe en la memoria de las personas que vivieron esa terrible experiencia

Por: Teddy Fuentes

NADADORES., COAH.- Ya son quince años de la tragedia que enlutó a una gran cantidad de familias del Ejido Celemania y la región, pero el dolor, los recuerdos, el olor a muerte aún se perciben en la memoria de las personas que vivieron de cerca el accidente entre una pipa que  repleta de nitrato de amonio explotó luego de chocar contra una camioneta, causando muerte, destrucción y un gran dolor a su paso.

Han pasado quince años y parece que fue ayer, los recuerdos duelen, recordar es volver a vivir y eso es muy fuerte para quienes vivimos la explosión del 9 de septiembre, pues pasan los años y cada vez son más los daños que el accidente nos dejó en la mente pero también en el cuerpo, pues muchas personas seguimos con secuelas provocadas por las heridas causadas por los pedazos de metal, vidrios y lo que lanzó a su paso la onda expansiva después de la explosión, dijo Ricardo Ontiveros, uno de los sobrevivientes de aquel fatídico día.

“No quiero ya recordar lo que pasó, en el lugar fallecieron supuestamente más de 28 personas, pero pueden ser muchos más, el lugar era una escena trágica, nos acercamos a ayudar pero nunca esperamos que venía lo peor, hoy 15 años después nuestros cuerpos siguen recordándonos los que pasó, pues la mayoría de las personas que sobrevivieron  presentan sordera, ceguera, dolores en el cuerpo, miedos e incluso otros padecimientos provocados por el trauma que nos causó a todos nosotros”.

Vivimos ese día algo muy difícil, pero al paso de los años las secuelas se recrudecen, lo que vivimos nunca se nos va a olvidar, ni al peor enemigo le deseamos el dolor de la desgracia, mucha gente se benefició de lo que sucedió y quienes verdaderamente tenemos secuelas nos dieron muy poco, además el riesgo es latente, pues los camiones con explosivos siguen pasando y poniendo en riesgo a la población.

Por su parte la señora Olivia Ontiveros dijo que ella nació en el ejido Celemania y puede corroborar que la vida no volvió a ser la misma en el lugar, pues recuerda aun con miedo los gritos de la gente que avisaba de un accidente carretero el cual provocó que la circulación se derivara en los cinco carriles y provocó a la postre  que muchas personas murieran luego de la explosión.

La gente no murió por estar de mirones, la gente se quedó atrapada ahí, era domingo y la explosión movió sus casas, su esposo y su hermano fueron lesionados, ella recuerda que corrió con sus hijos abrazados, pidió ayuda y corrió al ejido el Huizachal para ponerse a salvo, luego ya no recuerda nada, pues el temor se apoderó de ella y bloqueó una parte de lo sucedido en el lugar.

“Desde ese nueve de septiembre nada ha vuelto a ser lo mismo aquí en Celemania, mucha gente enfermó ya que padecen crisis nerviosas, algunos de ellos aún tienen esquirlas en sus cuerpos y diabetes, además viven con miedo ante cualquier trueno, ruido o explosión”.

Marta Oralia Rodríguez recordó que esa tarde fue horrible y marcó la vida de toda la gente del lugar, nosotros estábamos al lado de la carretera cuando sobrevino el accidente, la explosión nos tumbó, perdí el sentido y cuando reaccione estaba tirada en el piso con un niño en brazos que cayó de algún lugar, mi hijo salió corriendo por el miedo y Salí a buscarlo, en el lugar todo era tristeza, dolor, sangre, gritos de la gente desesperada y sobre todo muchas pérdidas de vidas que marcó la vida de muchas personas, pues la destrucción era difícil de ver y ahora los recuerdos siguen tan latentes que es mejor buscar la forma de olvidar.

Es importante mencionar que durante la explosión murieron una gran cantidad de personas, muchas otras presentaron amputaciones, daños corporales y sobre todo traumas que aún a quince años de la tragedia siguen en su mente pero sobre todo en el corazón, el mausoleo que se colocó al lado de la carretera es un recordatorio del dolor que esta tragedia causó y que aun con el paso del tiempo la gente no olvida y solo busca sanar la heridas corporales y del alma que este accidente les dejó.

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