Por: Esmeralda Barrera
CASTAÑOS, COAH. Para la familia Arévalo Mata es tradición llegar año con año al parque Santa Cecilia, un paraje natural donde el patriarca de la familia creció y ha buscado inculcar a hijos y nietos la unión familiar, por eso en estas fechas disfrutan de largos días de campo.
Félix Arévalo Villarreal, es el patriarca de esta numerosa familia que junto a su esposa Francisca Mata ha logrado formar, tienen ahora hijos y nietos para quienes quieren lo mejor y sobre todo que sean una familia unida.
Félix Arévalo, por más de 60 años ha visitado “las pompas”.
Don Félix relató cómo desde los 10 años de edad visita este paraje natural que siempre han conocido como “las pompas”, desde pequeño recorría el rio desde su nacimiento en el ojito de agua, disfrutaba de la sombra de grandes árboles, aprendió a nadar y junto a su familia llegaba en Semana Santa a este lugar que lo vio crecer.
De adolescente recorría el lugar con los amigos y más tarde en su juventud lo visitaba con Francisca que entonces era su novia, se convirtió en su esposa y luego la madre de sus hijos, pero siguen manteniendo la tradición de visitar este bonito lugar que ofrece Castaños a sus habitantes.
Actualmente don Félix tiene 71 años de edad pero sigue intacto el gusto por visitar “las pompas”, junto a su esposa y como iba creciendo la familia, actualmente están rodeados de nietos que gustosos los acompañan a disfrutar de los días de campo y conocer el bello lugar.
La familia que originalmente habitaba en la colonia Independencia se ha dispersando, los hijos se han casado y viven en otras colonias y hasta en otros estados, pero los une la Semana Santa y el día de campo en el parque Santa Cecilia, a donde seguirán llegando mientras Dios les preste vida.
“Cada año estamos aquí y con el favor de Dios esperamos seguir viniendo a disfrutar de este día que es para pasarlo con la familia”.
El día de ayer, desde temprano llegaron don Félix y Doña Francisca al parque Santa Cecilia, con ellos su hijo y varios de sus nietos que recorrían felices los alrededores del paraje natural, jugaban futbol en las canchas y paseaban a lo largo del canal familiarizándose con el ambiente y el agua que aún estaba fresca.
Cuando los nietos estuvieron reunidos se animaron también a entrar al agua un poco fresca, mientras sus padres de cerca cuidaban de ellos.
Don Félix recordó como en 60 años este lugar ha ido cambiando, funcionaba la estación del tren, el ojo de agua y el rio estaban rodeados de inmensos árboles que cubrían los rayos del sol, al paso del tiempo el paraje se ha ido modernizando, se construyó un canal, palapas, cancha y albercas, pero la esencia del lugar sigue siendo de tranquilidad y paz, donde las familias se reúnen para convivir sanamente.
“Ahora estamos inculcando a los nietos la unión familiar, es lo mejor que uno les puede enseñar porque como padres siempre queremos lo mejor para los hijos”