Fue diagnosticado con un tumor en el cerebro, y, para complicar aún más las cosas, se le ha detectado el síndrome de Tourette.
Por: Azucena Tenorio
En medio de la inocencia propia de sus nueve años, José María Pérez Ramírez ha sido confrontado con una prueba inesperada y desafiante, fue diagnosticado con un tumor en el cerebro, y, para complicar aún más las cosas, se le ha detectado el síndrome de Tourette.
Su mamá Gladys Ramírez externó que todo empezó hace dos años cuando le dio una convulsión al pequeño, tuvo que ser hospitalizado y fue gracias a los exámenes que le realizó el neurólogo en el Seguro Social que se dieron cuenta de la enfermedad.
“Me dijo que haría lo posible para que pudiera ser operable al estar el tumor en un lugar complicado de su cabeza. Lo enviaron a la Clínica 25 de Monterrey y ha seguido con sus citas y tratamiento en medicamento para que el tumor se le desbarate”
A pesar de la gravedad de su situación, José María, quien cursa el tercer grado en la escuela primaria Monclova 400, ha demostrado una asombrosa madurez, fuerza interior y una empatía que sobrepasa sus años.
Ante la noticia de una posible cirugía el 22 de febrero, José María ha mostrado un increíble acto de generosidad y amor. Su principal preocupación no ha sido su propio bienestar, sino el bienestar emocional de su familia.
Con un corazón noble, José María ha buscado anteponer la felicidad de sus seres queridos, procurando que no estén tristes o preocupados por su situación. Este gesto desinteresado y lleno de amor revela no solo la valentía y el coraje de José María, sino también su profunda comprensión del impacto emocional que su enfermedad puede tener en aquellos que lo rodean.
A pesar de estar enfrentando una batalla personal, su preocupación por el bienestar de los demás resalta su excepcional carácter y su capacidad para trascender las dificultades con una actitud positiva y compasiva.
“Es difícil porque uno no se espera esto, ahora también le detectaron el síndrome de Tourette que son movimientos que él no puede controlar y mucha gente lo ha hecho a un lado, lo discrimina, necesita apoyo psicológico y que en casa lo veamos más, agradecemos que en su escuela lo han estado apoyando mucho”
En momentos como estos, la historia de José María Pérez Ramírez recuerda la importancia de la empatía, el amor y la fortaleza interior en medio de las pruebas más duras. Su ejemplo inspirador invita a reflexionar sobre el valor de la solidaridad familiar y el poder transformador de una actitud positiva frente a la adversidad.