Cristofer de 14 años perdió la vida en el centro de rehabilitación "Impacto de Fe"
Por: Mónica Meza
Ayer se llevó a cabo una audiencia clave en el proceso judicial por el fallecimiento de Cristofer, un adolescente de 14 años de edad que perdió la vida dentro del centro de rehabilitación "Impacto de Fe", ubicado en el Fraccionamiento Aguilar. En la diligencia, se anunció que los tres imputados solicitaron acogerse a un procedimiento abreviado.
Alan Joseph, Erasmo Josafat "N" y Jorge Antonio, actualmente recluidos en el penal de Saltillo, enfrentan cargos por homicidio calificado con agravantes de ventaja, traición, saña y brutal ferocidad. Al aceptar el procedimiento abreviado, los acusados reconocen su responsabilidad en los hechos, lo que podría significar una reducción en la condena que recibirán.
De acuerdo con las investigaciones realizadas por la Fiscalía General del Estado (FGE), Cristofer ingresó al anexo "Impacto de Fe" el pasado 5 de noviembre. Sin embargo, fue el 27 de ese mismo mes cuando comenzó a ser víctima de agresiones que culminaron con su muerte.
Según los testimonios recabados, la noche del 27 de noviembre, alrededor de las 22:00 horas, el menor se negó a cenar argumentando sentirse mal. Como castigo, fue obligado a permanecer de pie, mirando hacia una pared, sin poder dormir. Esta situación se prolongó hasta las 4:00 horas del día siguiente.
Posteriormente, ante una nueva negativa a comer, el adolescente fue brutalmente golpeado en presencia de otros internos, recibiendo principalmente golpes en la cabeza. Además, fue llevado a una sala de audiencias del anexo, donde lo obligaron a permanecer frente a una pared con el símbolo de Alcohólicos Anónimos, mientras recibía constantes golpes en la nuca y la espalda alta.
De forma alternada, Cristofer era trasladado a una habitación cerrada, donde continuaban las agresiones lejos de la vista de los demás, aunque los gritos de dolor eran audibles para los presentes. Sin descanso ni atención médica, cerca de las 18:00 horas del 28 de noviembre, el menor se encontraba visiblemente debilitado, por lo que lo sentaron en una silla, aunque continuaron golpeándolo.
Testigos señalaron que fue en este punto cuando Alan Joseph le propinó descargas eléctricas en el tórax. A pesar de que el menor mostraba signos evidentes de deterioro, las agresiones continuaron, y cuando finalmente cayó al suelo, los responsables lo ignoraron, tomándolo a burla.
Tras cerca de 40 minutos, al percatarse de que el adolescente no reaccionaba y presentaba un tono morado en el rostro, uno de los internos sugirió llevarlo a un hospital. Aunque se le intentó brindar respiración de boca a boca, Cristofer ya no presentaba signos vitales al ser trasladado a la Cruz Roja Mexicana, donde solo se pudo confirmar su muerte.
El procedimiento abreviado aceptado por los acusados implica que en próximas audiencias se dictará sentencia, en la que se espera que la pena sea determinada conforme a su admisión de culpabilidad.