Solo respondió con monosílabos ante el juez, dudan de su salud mental.
Por: Mónica Meza
Raúl Armando N fue vinculado a proceso por el delito de homicidio calificado en grado de tentativa en contra de José Emilio García Ibarra mejor conocido como “Pepito” en el Fraccionamiento Moderno, el juez dictaminó un plazo de investigación de 4 meses, el imputado se negó a declarar y quedó bajo la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa en el penal de Saltillo.
Fue en punto de las 5:30 horas cuando se realizó la audiencia en contra de Raúl Armando N, caso que se encuentra bajo la causa penal 326/2021, esto tras una orden de aprensión contra el imputado que fue presentado ante el juez Alberto Jacobo Camacho.
El imputado vestía una playera negra, con una chamarra y pantalón de mezclilla, además de su cubrebocas, se mostró con actitud muy tranquila, casi inmóvil durante aproximadamente dos horas que duró la audiencia. Solo respondía a las preguntas del juez, “Si” y “No”, negándose a realizar cualquier declaración, no lo acompañaron sus padres y tenía abogada por parte de la defensoría pública.
El Ministerio Público, Abdel Garza realizó la imputación y dio a conocer los datos de prueba con los que se cuentan para que se autorizara la vinculación a proceso, entre dichos datos se encuentra el informe policía homologado, los resultados realizados por una química farmacobiooga, la declaración de la familia de la víctima así como los testimonios de los padres del imputado.
Los hechos ocurrieron el pasado 30 de abril según la investigación, Raúl Armando N había citado a la víctima para que le tirara la basura, pues como se recordará la víctima realizaba esta acción en el sector a cambio de unas monedas.
Posterior a esto, el imputado lo invitó a pasar a su domicilio con el pretexto de que se tomarían unas cervezas, “Pepito” en su inocencia aceptó e ingresó al domicilio ubicado en la calle Rio Lerma #1305 del Fraccionamiento Moderno.
Ya estando en el interior, Raúl N atacó a pepito con dos cuchillos diferentes, en por lo menos 40 ocasiones lo hirió sobre todo en la parte derecha del cuello causándole un shock hipovolémico que le provocó la muerte.
Luego de haber cometido el crimen, el imputado escondió el cuerpo de su víctima en una caja de plástico que cubrió con bolsas de huele color negro para después limpiar la escena del crimen buscando que no quedara rastro alguno.
Por más de 24 horas mantuvo el cadáver en su domicilio y al día siguiente acudió a casa de su padre a quien le pidió que le prestara la camioneta a cambio le ofreció una caja de herramientas, su padre lo notó con actitud sospechosa y se negó.
Pero el imputado insistía en que tenía que tirar algunas cosas, por lo que su padre decidió llevarlo al domicilio y al ingresar revisó el lugar, encontró la caja que contenía el cadáver de “Pepito”.
Con palabras textuales su hijo le comentó “No hay bronca papá usted no se va a meter en pedos”, luego de esto su padre y el imputado se trasladaron a un domicilio ubicado en la Zona Centro de Frontera donde vive la abuela, ahí dejó a su hijo y se fue a trabajar.
El 02 de mayo al salir de su empleo, acudió a Seguridad Pública y mencionó a unos elementos lo que había visto en casa de su hijo, posteriormente la autoridad acudió al lugar de los hechos, ahí se encontraba Raúl Armando quien fue detenido en ese mismo momento tras ver el cadáver en la caja de plástico.
Se dio aviso a la Agencia de Investigación Criminal que inició con las investigaciones, en el domicilio encontraron rastros de sangre no visibles, esto luego de aplicar un reactivo que arrojó como resultado rastros de sangre en la cocina y en la sala comedor del domicilio.
Además encontraron las prendas que Raúl N portaba cuando realizó el asesinato, era una platera color vino con residuos de sangre, así como una playera de resaque.
En el domicilio encontraron tres cuchillos, dos de estos quebrados y uno intacto, los dos cuchillos quebrados son los mismos con los que se hirió a la víctima.
Además se cuenta con el testimonio de los padres de Raúl, quienes son Raúl N y María E a quienes se les explicó que por el parentesco podían omitir su testimonial, pero los dos accedieron a dialogar con la autoridad pese a que con esto entregaron prácticamente a su hijos.
Su padre mencionó que Raúl N presentaba conductas agresivas constantes, mientras que su madre lo confirmó mencionando que incluso había estado internado en dos ocasiones por su comportamiento agresivo, además indicó que su hijo padecía de un síndrome de bipolaridad.
Todos estos datos de prueba fueron suficientes para que se dictara auto de vinculación a proceso, con un plazo de investigación de 4 meses.