En las últimas semanas, el Centro de Fe, Esperanza y Amor ha registrado un notable incremento en la afluencia
Por: Carolina Salomón
En las últimas semanas, el Centro de Fe, Esperanza y Amor ha registrado un notable incremento en la afluencia de personas que buscan ayuda psicológica y espiritual, en medio de una creciente crisis social y familiar.
El pastor Valentín Bustos, responsable del centro, señaló que la situación refleja una preocupante pérdida de valores familiares y un profundo vacío espiritual en la sociedad.
"Estamos viendo matrimonios al borde de la destrucción, hijos ingobernables, desobedientes, intolerantes. A pesar de todo, seguimos brindando terapias totalmente gratuitas, porque creemos que aún se puede restaurar lo que se ha roto", afirmó.
El líder religioso enfatizó la gravedad de algunos casos atendidos, como el de un joven que agredió brutalmente a su madre.
"Eso es un reflejo directo de la ausencia de Dios en el corazón. Hemos perdido el respeto a nuestros padres, y eso nos está llevando a una decadencia moral profunda".
Ante esta situación, el pastor Bustos hizo un llamado urgente a la acción conjunta de todas las figuras del ámbito religioso. "Es momento de unirnos, pastores, líderes, sacerdotes y salir a las calles, a las colonias, a llevar la palabra del Señor. Las brigadas de fe y evangelización deben multiplicarse".
"Hoy la humanidad ha perdido el interés por la fe. Estamos más enfocados en lo material, queremos tener y abarcar muchas cosas, pero nos estamos olvidando del amor de Dios. Y eso está apagando el amor entre los seres humanos".