Celemania… una explosión que aún duele

Por: Mónica Meza

Para muchos de los sobrevivientes de la explosión de Celemania les es difícil vivir este día, los recuerdos atormentan sus mentes, sus oídos y hasta sus heridas, esas que lejos de ser cicatrices en el alma son huellas imborrables que están ahí para toda la vida, involuntariamente en sus memorias reviven la tragedia ocurrida un día como hoy, hace 13 años.

Ricardo Ontiveros Medellín sobreviviente de la explosión.

“En mi vida he visto muchos accidentes, muy fuertes, pero uno como el de Celemania jamás, ni en película”, comentó hace tiempo Eduardo Galván Aguilar, quien no había podido olvidar la tragedia de la que fue testigo, en aquel entonces era comandante de la Policía Municipal, en Nadadores.

Decenas de personas murieron en el accidente ocurrido la noche del domingo 9 de septiembre del 2007, un camión minero que circulaba por el kilómetro 35, transportaba 25 toneladas de nitrato de amonio se impactó con un vehículo y minutos después estalló.

La cifra oficial es de cerca de 30 muertos y más de 100 heridos, sobrevivientes de este accidente que quedaron con serias lesiones aseguran que los muertos fueron más, dicen que el elevado número de víctimas se debió a que muchos vehículos quedaron varados por el accidente, algunos de ellos descendieron de sus vehículos para auxiliar a los accidentados.

Para entonces policías, soldados, paramédicos, habitantes de esta comunidad y hasta tres reporteros estaban en el lugar cubriendo el accidente, cuando se presentó la explosión que cobró decenas de muertos, entre ellos Andrés Ramírez, Carlos Ballesteros y David Herrera, reporteros de diferentes periódicos de la región.

Eduardo Galván Aguilar, quien en el 2007 fue comandante de la Policía Municipal en Nadadores, relató cómo vivió ese día que le ha sido imposible olvidar.

“En mi vida he visto muchos accidentes, muy fuertes, pero uno como el de Celemania jamás, ni en película”, comentó Eduardo Galván.

“Cuando llegué los de la camioneta ya estaban muertos, me puse a dar vialidad, pero muchos dejaban sus muebles estacionados a la orilla de la carretera y corrían a ver el accidente, el chofer del camión mientras corría gritaba que iba a explotar”, se detiene un momento y cuando logra recuperar el habla menciona, “La gente no hizo caso”, sin poder contener las lágrimas Don Eduardo se puso a llorar.

La explosión fue muy fuerte, Eduardo Galván estaba cerca de 60 metros dando vialidad, otros tres compañeros estaban muy cerca de la pipa.

“No me desmayé, gracias a Dios, pero quedamos todos cortados, heridos de todas partes, fue algo muy feo, avancé de brazos, en el camino me encontré con tripas y más partes del cuerpo, había mucha sangre, dicen que fueron 28, pero si el tráiler se desintegró pues de la gente no quedó nada, fueron más de 100 muertos”, comentó.

Dice que ha sido muy difícil vivir con esos recuerdos, más cuando se va acercando la fecha. A 13 años de esta tragedia visiblemente Don Eduardo sigue afectado, le es imposible hablar del tema sin llorar, nunca tomó atención psicológica “Y aunque la hubiera tomado esas imágenes no se olvidan”, mencionó.

Aún y cuando Eduardo Galván y sus compañeros realizaban su labor de auxiliar a la ciudadanía y después de quedar con serias lesiones, no fueron pensionados, actualmente es comerciante de tacos en la plaza de Nadadores.

En Celemania se siente la tristeza y el dolor cada año.

RICARDO ONTIVEROS MEDELLÍN ES OTRO DE LOS SOBREVIVIENTES.

Con la mitad de su estómago de plástico por el estallamiento de vísceras, heridas en sus piernas, la falta de equilibrio y sus oídos que no le funcionan, el presidente del Comité Municipal Campesino de los 10 ejidos de Nadadores, Ricardo Ontiveros Medellín es otro de los sobrevivientes.

Heridas no solo en partes de su cuerpo sino en su mente.

Dice que ese domingo iban a ir a un rodeo en la cabecera municipal, cuando se enteraron del accidente eran cerca de las 5:30 pm, en la carretera no había paso, él se acercó a ayudar, no de mirón señala, más bien iba a operar la pipa de agua, cuando escucharon la explosión, relató que sintió como una ola lo aventó.

“Como pude me moví de ahí a gatas, me resbalaba por la sangre y los cuerpos que había, fue una cosa que no quisiera recordar, pero quien no lo vio, no lo puede creer ni siquiera imaginar, me da tristeza, dicen que recordar es vivir y no quisiera haber vivido ese día”, comentó.

Como cada año, hoy decenas de personas se reúnen en la iglesia del ejido, para realizar una ceremonia en punto de las 12:00 del mediodía para pedir por el descanso de las personas que murieron en el accidente, sus nombres están plasmados en un muro que se hizo en memoria de los abatidos, que descansen en paz todas esas personas que tuvieron una muerte trágica un día como hoy en Celemania Coahuila.

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