Citan a 10 personas pero solo 2 consumen una bebida de menos de 40 pesos, además se quedan ahí hasta 8 horas
Por: Azucena Tenorio
Trabajadores del restaurante Kókoro Café, corrieron de sus instalaciones a una mujer que pasaba varias horas en el lugar pero que en comparación con su consumo de alimentos era muy poco, esto generó diversas opiniones, en su mayoría apoyando al negocio.
Mediante sus redes sociales, la usuaria Carmen Tovar exhibió al restaurante al que ha acudido por mucho tiempo, explicó que cuando estaba realizando una junta con un grupo de colaboradoras, fue corrida del lugar junto con sus compañeras.
El argumento que dieron los trabajadores es que el consumo que tenían no era acorde con las horas que llevaban ahí, así como las sillas, mesas y espacio ocupado por la clienta. Carmen y sus colaboradoras abandonaron las instalaciones de la cafetería ubicada en el bulevar Harold R. Pape, evidentemente molestas.
“Muchas personas hacemos negocios en los cafés y restaurantes, somos emprendedoras que trabajamos por nuestra cuenta y no tenemos oficina, por la pandemia no hemos podido costear la oficina que cerramos. Estoy de acuerdo que el café es un negocio pero no creo que nadie se merezca ese trato, lloré de vergüenza”.
Por su parte, la trabajadora Lucy Tanguama explicó que Kókoro no está en la categoría de “Cafetería”, sino que es un concepto de restaurante.
Mencionó que el problema no es que el cliente realice sus reuniones, sino que el problema es cuando llegan temprano por la mañana a un establecimiento y citan a 10 personas, pero de las presentes solo 2 consumen una bebida de menos de 40 pesos -incluyendo al anfitrión- y además, se quedan ahí de 6 a 8 horas.
“El problema no es que vayas a un lugar a hacer tus juntas, Kókoro Café no es una oficina, tengo una hermana que se dedica a vender y hacen sus juntas ahí. Lo que mueve a un negocio siempre va a ser sus entradas de dinero, para insumos, pagos de empleados, servicios, mantenimiento, limpieza, entre otras cosas”.
Señaló que siempre tratan de dar un servicio impecable, jamás discriminan a nadie por su raza, sexo u orientación sexual, pero tampoco se quedan de brazos cruzados cuando el ingreso de todos los trabajadores que sirve para ayudar a sus familias está en juego.