Amigos y familiares despidieron en su última morada al conocido comerciante de la localidad
Por: Gerardo Martínez
Florencio Salvador Hernández Gopar, mejor conocido cariñosamente como "Don Chava", dejó un legado imborrable en la ciudad de Monclova, no sólo por el tema gastronómico sino por su cercanía con la gente.
Héctor Hernández Medina, recordó con emoción el impacto de su padre, quien falleció a los 68 años tras complicaciones derivadas de una enfermedad renal, dejando atrás no solo una trayectoria gastronómica única, sino una historia de perseverancia y de amor por la comunidad que lo acogió.
Don Chava, originario de Oaxaca, llegó a Monclova en 1991 con su familia tras pasar un tiempo en Yucatán. Con humildes inicios vendiendo tacos de la olla en un puesto móvil, su amabilidad y trato cercano con la gente lo distinguieron desde el primer momento.
"Más que el alimento, su receta fue el trato con la gente. Era una persona que interactuaba tanto con un niño como con una persona mayor. Siempre tenía un tema de conversación y hacía sentir a todos especiales",
La evolución de su negocio fue marcada por la experimentación culinaria y el deseo de innovar, no seguía recetas de nadie, probando, ajustando, para crear algo único, siempre con un buen trato.
Con el tiempo, el negocio creció hasta convertirse en un punto de referencia en la ciudad, en donde la mayoría de la población conoce el negocio y muchos tuvieron la oportunidad de platicar "Don Chava".
Durante más de 33 años, Don Chava dedicó su vida al negocio, hasta su retiro hace cinco años. Sin embargo, su sueño de inaugurar un local propio quedó inconcluso, un proyecto que ahora su familia busca completar en su memoria.
La familia Hernández Gopar, ahora en su tercera generación, agradece profundamente a la comunidad de la ciudad de Monclova por haber acogido a Don Chava y su familia desde su llegada.
Tras su fallecimiento, familiares y amigos despidieron a Don Chava en el local ubicado en la calle 17 con avenida las Torres de la colonia Eliseo Mendoza, en donde se veló el cuerpo del empresario.
"Don Chava" no solo alimentó a una comunidad, sino que dejó legado de trabajo, humildad y cercanía que seguirá vivo a través de su familia y su negocio.
Su historia es un recordatorio de cómo el esfuerzo y la calidez humana pueden trascender generaciones, marcando a una ciudad y a todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo.