De Monclova a la CIA y al Pentágono

El ingeniero monclovense Omar Mendoza de la colonia el Pueblo dejó su huella en las agencias americanas.

Por: Azucena Tenorio

Ante la escasez mundial de ingenieros metalúrgicos los alumnos de la Facultad de Metalurgia de la Unidad Norte deben buscar oportunidades laborales en diversas áreas como la naval, ferrocarriles y aviones, no solo dedicarse a la siderurgia.

“La clave para avanzar es el idioma inglés, lo que a mí me ayudó es que en esos años era el único metalúrgico. Hay que entender que los aviones, los carros, ferrocarriles, área naval y más están hechos de metales, hay mucho en que trabajar

Omar Mendoza Morín, es originario de la colonia El Pueblo, egresado de la facultad y trabajó para el Pentágono en Estados Unidos, explicó que la escases está presenta en todas partes, sobre todo porque muchos salen de la industria siderúrgica y son muy pocas universidades las que dan título como ingenieros metalúrgicos.

“Los alumnos de la región centro pueden tener más oportunidades en el país vecino si abren sus horizontes, pueden tener contacto conmigo y yo les enseño el camino, no tengan miedo y yo soy prueba de que si valen los estudios”.

Se graduó de la carrera de Metalurgia en 1981, fue de la primera generación y de 60 alumnos que ingresaron, fue de los 6 que pudieron terminar sus estudios. Cuando se mudó a Estados Unidos se especializó en el funcionamiento de turbinas, aprendió la metalurgia de materiales exóticos aparte de sus conocimientos en hierro y acero.

“No tengo maestría ni doctorado, la base que me dio la facultad me bastó y los altos funcionarios se fijaron en mí, el Departamento de Defensa de Estados Unidos porque yo les di soluciones a problemas graves de los aviones”

Empezó trabajando con aviones en Corpus Christi, luego como experto en turbinas en San Antonio, Texas, después en Oklahoma como jefe de laboratorio donde hizo proyectos importantes y lo catapultaron a trasladarse al laboratorio de la Fuerza Aérea en Dayton, Ohio donde se especializó en energía y como los metales interactuaban en combustible.

También tuvo la oportunidad de ingresar al área de energía y simulación de guerras, que aún se usa en el Pentágono donde él dejó su marca al igual que en la CIA.

“Me daban un millón de dólares por año y al traer los beneficios de más vida para los aviones, en cinco años me dieron hasta 100 millones de dólares. Buscaban a alguien como yo porque en ese país de 10 aviones la mitad están descompuestos y es un problema grave para ellos”.

AHMSA necesita modernizarse

Omar señaló que es una de las industrias más importantes en el norte de México y no hay una parecida en el país vecino, por lo que deben aprovechar el tener la fuente de ingenieros metalúrgicos para que apoyen en su tecnología.

“Tienen muchos procesos ya muy anticuados y el metalúrgico puede entender la nueva tecnología para hacerlos eficientes y puedan competir a nivel mundial. Esto sería un buen proyecto para los estudiantes para que midan los costos y analizar una mayor eficiencia”.

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