Denuncian maltrato en Centro de Rehabilitación

En el lugar conocido como "La Iglesia del Pueblo", una joven vivió una traumática experiencia.

Por: Mónica Meza

Una usuaria de Facebook narró la traumática experiencia que vivió su hermana en el Centro de Rehabilitación Fe, Amor y Esperanza, conocido como "La Iglesia del Pueblo", ubicado en una localidad no especificada. Según el relato, la joven ingresó el 5 de enero de 2025 tras confiar en la reputación del centro, pero fue sometida a tratos degradantes y abusivos que forzaron a su familia a retirarla apenas dos días después.

La usuaria explicó que personal del centro llegó a su domicilio para llevarse a su hermana esposada, tratándola con violencia verbal y física desde el inicio. La subieron a una camioneta de manera agresiva y la sometieron a un régimen de abuso físico y psicológico: fue obligada a comer raciones excesivas, permanecer arrodillada por horas y sufrió golpizas por no mirar al pastor, identificado como Valentín. En la madrugada del 6 de enero, fue bañada con agua helada.

El relato también detalla que, pese a cumplir con la entrega de ropa, cobijas y artículos personales requeridos, estos nunca fueron entregados a la interna. En su lugar, la joven andaba descalza y vestía ropa rota. Además, fue mantenida bajo efectos de medicamentos administrados sin consentimiento.

Cuando la familia intentó retirarla el 7 de enero, el centro se negó a entregarla sin un pago de 6 mil pesos y mil 500 pesos adicionales por análisis. Ante la negativa de pagar la cuota total, lograron liberarla tras abonar solo los mil 500 pesos. Sin embargo, gran parte de los objetos entregados previamente no les fueron devueltos.

La denunciante hizo un llamado a la sociedad para no confiar en la reputación de estos centros sin investigar a fondo. Según su testimonio, las personas internas son obligadas a cumplir tareas de vigilancia y soportar maltratos constantes.

Las autoridades aún no se han pronunciado sobre este caso, pero el testimonio reaviva la preocupación por las condiciones en algunos centros de rehabilitación y la falta de regulación efectiva.

Salir de la versión móvil