Con lágrimas y recuerdos, la comunidad escolar de Monclova despide a la maestra Nancy Mayabel Martín Barajas, recordando su entrega y cariño.
Por: Adriana Cruz
Monclova, Coahuila.– "Hasta mañana, mis amores", era la frase con la que cada día la maestra Nancy Mayabel Martín Barajas se despedía de sus alumnos. Este 23 de junio, esa frase resonó más fuerte que nunca en la primaria Margarita Maza de Juárez, en la colonia El Pueblo, donde maestros, estudiantes y padres de familia se reunieron para rendirle un emotivo homenaje tras su fallecimiento, ocurrido el pasado 22 de junio.
Con lágrimas, aplausos y recuerdos llenos de cariño, la comunidad escolar despidió a una mujer que marcó la vida de generaciones enteras. Su sonrisa discreta, su trato respetuoso y su entrega diaria al trabajo hicieron de ella no solo una gran maestra, sino una figura entrañable para todos quienes compartieron con ella el aula, los pasillos y los recreos. Siempre fue la primera en llegar, saludando con amabilidad a cada alumno y a cada compañero.
"Hoy nos dejas un aula vacía de tu presencia, pero llena de tu amor y enseñanzas", se escuchó decir durante la ceremonia, mientras sus compañeros recordaban su compromiso, su dulzura y la forma en que nunca se retiraba hasta asegurarse de que ningún niño se fuera sin su palabra de aliento. Su presencia será imposible de reemplazar, pero su legado vivirá en cada rincón de la escuela y en cada corazón que tocó.
El homenaje concluyó con un minuto de aplausos, no como despedida, sino como un acto de gratitud a una vida dedicada a enseñar y a amar. Hoy, más que nunca, su frase final cobra un nuevo sentido. No es un adiós. Es un "hasta siempre, querida maestra Nancy".