Por su sabor, pulpa y beneficios es una de las frutas preferidas a nivel mundial.
Por: Yolo Camotes
México es único en una gran cantidad de cosas: cultura, arquitectura, tradiciones, así como también, gastronomía.
Entre sus riquezas con denominación de origen se encuentra el mango Ataulfo, que se produce solo en la región Soconusco, Chiapas.
Este fruto se caracteriza por tener un dulce y refrescante sabor, su composición promedio es de 69 por ciento de pulpa, 19 por ciento de cáscara y 8.5 por ciento de hueso o semilla.
Es uno de los magos favoritos por la gran cantidad de pulpa que se obtiene de uno solo de esos frutos.
Pero, ¿Por qué México posee la denominación de origen de este delicioso fruto?
Esta fruta, tiene un excepcional sabor y es apreciada tanto en los países orientales como en occidente. Su textura agradable y su sabor dulce, hacen del mango una de las frutas más consumidas en todo el planeta.
Existen más de 20 tipos y variedades de mango, como el Edward y Erwin, Sensación, Manila, Atkins, etcétera, pero entre todas estas variedades, uno de los favoritos es el mango Ataulfo.
El mango Ataulfo lleva ese nombre en honor a su creador, el mexicano Ataulfo Morales, ingeniero y productor chiapaneco que, en 1963, experimentó con cinco árboles de mangos que había crecido de manera natural y formaban parte de una pequeña huerta de su propiedad.
Todo comenzó en el año de 1948, cuando don Ataulfo había comprado un predio en Tapachula, Chiapas y donde ya había varios árboles de mangos que tenían cinco años de edad.
Para el año de 1950, es decir dos años después, los frutos eran tan llamativos y sabrosos que comenzaron a atraer a muchas personas que le pedían a don Ataulfo que si les daba algún mango; él jamás se negó diciendo: “si la naturaleza y buena conmigo, porque no he de ser yo generoso con los demás.
Ocho años más tarde, en 1958, el Ingeniero Agrónomo Héctor Cano Flores, amigo de don Ataulfo, analizó los mangos.
Notó que la calidad era muy distinta al de otros mangos de la región, así que don Ataulfo y Héctor comenzaron a experimentar con este fruto, creando diversos injertos que le daban varias clases de mangos, unos más jugosos, pero con cáscara muy débil, otros con cáscara dura, pero sin sabor, algunos más jugosos y con buena cáscara, pero demasiado fibrosos.
Sería hasta 1963, es decir cinco años después, que lograrían crear un híbrido perfecto, prácticamente un clon de aquel mango que todo querían y al que todos llamaron IMC-M2 Ataulfo, este fruto era el más perfecto.
El resultado además de ser muy dulce, fue que la pulpa no era acida, y poseía además poco contenido de fibra, lo que lo hacía más jugoso.
También poseía una cáscara firme que facilitaría su manejo y transporte después de la cosecha, alcanzando también un peso ideal promedio de 350 gramos por pieza.
Gracias a este ilustre mexicano, podemos disfrutar desde el año de 1963 el mango Ataulfo, llamado así por supuesto, en honor a su creador.
Gracias a sus altos estándares de calidad, como lo son resistencia, sabor, maduración, tamaño, color, este fruto tendría su denominación de origen mexicano y su nombre oficial en honor a don Ataulfo.
La declaratoria de protección a la denominación de origen del mango Ataulfo de Chiapas, fue publicada en el diario oficial de la Federación, el 4 de agosto del 2003.
Hay críticos que alegan que en realidad ese mango no lo creó don Ataulfo, sino que este mango ya existía en la naturaleza y lo único que hizo don Ataulfo fue sembrar más árboles, por lo que corrió con mucha suerte.
Afortunadamente la ciencia no está de acuerdo con este argumento, dándole el mérito y la razón a don Ataulfo. En la actualidad este mango se produce en la región de Soconusco, Chiapas junto a la frontera de Guatemala.
Los lugares de esta región donde se da mayoritariamente son Etapa, Tuxtla Chico, Tapachula, Mazatán, Huehuetán, Tuzantán, Huixtla, Villa Comaltitlán, Escuintla, Acacoyagua.
Se estima que la producción anual de este fruto, oscila entre las 150 mil y las 176 mil toneladas cultivándose en aproximadamente 25 mil hectáreas y exportando se prácticamente a todo el mundo.
Gracias a la gran demanda de este fruto, ha contribuido en gran medida a la economía nacional.
¿Qué hace a este mango tan especial? Además de su sabroso sabor y textura; pues entre sus propiedades y beneficios podremos mencionar los siguientes:
Previene el asma gracias a sus beta carotenos, es decir su tinte natural, las cuales están presentes en la pulpa del mango, con lo que se puede prevenir el desarrollo de enfermedades respiratorias. Este nutriente por ejemplo está presente en el brócoli la calabaza o incluso el queso.
Nos ayuda contra el cáncer gracias a los beta carotenos presentes en el mango, nuestro organismo es capaz de prevenir ciertas formas de cáncer, especialmente el cáncer de próstata, tal cómo se detectó en un extenso estudio llevado a cabo por la universidad de Harvard.
Este antioxidante también ha demostrado tener un efecto protector en la aparición del cáncer de colon.
Mejora nuestra salud ocular, ya que tiene otro denominado zeaxantina, capaz de filtrar parte de los rayos de luz azul los cuales dañan nuestra vista.
En este caso la zeaxantina actúa como protector de nuestra salud visual, tal como han detectado distintas investigaciones, además se detectó que comer varias piezas de esta fruta a diario es uno de los factores protectores ante problemas de visión como la degeneración macular y de la que sufren muchas personas de edad avanzada.
Además, protege los huesos al ser muy rico en vitamina k siendo uno de los mejores alimentos para prevenir el deterioro de la masa ósea.
La vitamina k nos permite aumentar la cantidad de calcio esencial que absorbemos tras cada ingesta de lácteos u otros alimentos ricos en este mineral.
Es decir, en palabras más sencillas, sin la vitamina k el calcio en lugar de ir a nuestros huesos este se acumularía en nuestras arterias.
También es especialmente indicado para pacientes de diabetes, los pacientes de diabetes tipo 1 se benefician de la gran cantidad de fibra que aporta el mango.
Distintos estudios han revelado que la fibra mantiene la glucosa en niveles controlables, además las personas que padecen de diabetes tipo 2 también notan mejoría en su nivel de glucosa, así como los niveles de insulina.
El mango es un alimento muy rico en fibra, en vitaminas y en potasio, justo a estos tres componentes nutritivos, son esenciales para ayudar a nuestro organismo a prevenir enfermedades y problemas cardiovasculares.
Varias investigaciones han revelado que ingerir alimentos con potasio y reducir por supuesto también la ingesta de sodio, son la base para una dieta que protege nuestro corazón de padecer ciertos males a futuro.
El mango también nos ayuda contra el estreñimiento por ser ricas en agua y fibra y nos ayudan a prevenir el estreñimiento e ir al baño con regularidad. Un estómago intestino sanos son sinónimo de larga vida.
El mango, además nos ayudan a hacer brillar la piel y el cabello, aquellas personas interesadas en mejorar el brillo de su piel y cabello en contra en el mango a un gran aliado por contener una gran cantidad de vitamina A, un nutriente que regula la producción de cebo.
Por ejemplo, consumir 100 gramos de mangos, es decir una pieza mediana sin hueso, contiene alrededor de 70 miligramos de vitamina c los cuales son suficientes para cubrir la ingesta diaria recomendada de un adulto.
En cuanto a la pulpa de mango, presenta una mayor actividad antioxidante y una mayor concentración de compuestos fenólicos totales, comparado con la pulpa de uva, guayaba y piña.
Los compuestos fenólicos son poderosos compuestos orgánicos, entre otras muchas cosas nos ayudan a bajar el colesterol malo, a retirar la placa de las arterias, así como evitar el daño celular e incluso prevenir el cáncer.
Sólo me resta decirles que no sólo es preferible, sino indispensable que procuremos consumir lo más natural posible.
En cada árbol, en cada planta, en cada rincón la naturaleza nos ofrece la solución a nuestros problemas físicos a través de sus frutos y legumbres.
No esperemos a tener algún problema mayor de salud para intentar encontrar soluciones a los mismos, a través de químicos venenosos a los cuales les llamamos casi de manera siniestra, medicina, o consumir dudosos suplementos vendidos por alguien tan solo por ser famoso.
No podemos alimentar a nuestros cuerpos con sustancias fabricadas artificialmente que emitan sabores elementos sin ningún valor nutricional y las cuales carecen de toda vida y esperar estar por siempre saludables.
Recuerde que aquellos productos que dicen “sabor a mango”, son tan sólo son químicos que nada tienen que ver con el mismo y que jamás podrán sustituir al producto natural.
Bien dice el dicho por ahí que dice, dime qué comes y te diré lo que eres.
El siglo 20 y 21 serán recordados en los libros de historia del futuro como el de la ironía cómica tenebrosa, donde la gente fue alimentada por una industria alimenticia a la cual no le importaba la salud de sus consumidores.
Hoy en día se gastan cantidades industriales de dinero para que los médicos intenten hacernos sentir mejor, cuando en realidad ese dinero debería ir a los agricultores para que nos mantengan saludables.