Nacida en 1922 en Escobedo, ha sido testigo de un siglo de historia; hoy celebra su vida con hijos, nietos y tataranietos.
Por: Carolina Salomón
Con una sonrisa que ilumina y una memoria llena de vivencias, doña Manuelita celebra sus 105 años rodeada de hijos, nietos y tataranietos. Su nombre completo es Manuela Sierra Martínez, y nació en 1922 en Escobedo, Coahuila, lo que la convierte en testigo de un siglo marcado por crisis, luchas, renacimientos y esperanza.
Hija de don Salomé Sierra, abanderado revolucionario bajo las órdenes de Venustiano Carranza, doña Manuelita honra el legado familiar no solo con longevidad, sino con un espíritu inquebrantable. Llegó a Monclova a los 4 años y se estableció de forma definitiva en la colonia El Pueblo, donde formó una familia ejemplar.
Es madre de 11 hijos, entre ellos Juan Manuel, Armando, Rosa Hilda y Magdalena, todos formados con valores y respeto. "Es un día muy feliz para mí porque vienen mis hijos y nietos. Me siento muy feliz de verlos unidos", dijo emocionada en su celebración.
Pese a ser la única sobreviviente de su generación, doña Manuelita está rodeada de amor. Su salud aún le permite levantarse con ayuda de su caminadora. Su historia está tejida de recuerdos del campo, de la vida en Cuatro Ciénegas y el trabajo con la uva.
A las nuevas generaciones les deja un consejo: "Que vean a sus padres, y que ellos también los vigilen en su caminar. A veces hay malas compañías". Su hijo Manuel y su nuera Rita la definen como un orgullo viviente: "Es una satisfacción apapacharla".
Con energía para bailar al ritmo de Los Hermanos Barrón, doña Manuelita sigue siendo el alma de su familia. Su historia es un testimonio de fortaleza, sabiduría y gratitud por la vida.