Lalo sigue adelante tras agresión que lo dejó tetrapléjico.
Por: Diana Ortiz
Luego de la sentencia que recibió Adair N. de 17 años por acuchillar en el cuello a Eduardo de la Cruz cuando trabajaban en una carnicería y después de una discusión, la recibieron con tranquilidad la familia de Lalo que a casi dos años de la tragedia quedó tetrapléjico y no se puede mover, todo esto cambió la vida de la familia De la Cruz Guajardo.
En su hogar de la colonia El Campanario, Katy esposa de Lalo nos recibió y nos dio a conocer que se siente tranquila, más no puede decir que feliz porque también es mamá y comprende cómo se siente la mamá del agresor de su marido.
Indicó que ha sido muy difícil el salir adelante para la familia, pues Lalo no se puede mover y no puede quedarse solo, para cuando ella debía acudir a las audiencias siempre buscaba quien podía quedarse con él.
Según la sentencia el juez le dictó 17 años de prisión a Adair al considerar que actuó con alevosía y ventaja, al atacarlo por la espalda, y si quisiera salir de la cárcel debe pagar una reparación del daño por 600 mil pesos.
“Nosotros no hemos recibido nada de la familia del muchacho, ellos tienen su pena que por la decisión de ese joven pasaron por todo esto, y también por la decisión de él, nosotros estamos pasando por lo nuestro”, comentó.
Al principio Lalo sí tenía un cuadro depresivo, pues al no poderse mover, sus hijos de 19 y 20 años de edad ahora, tuvieron que conseguir trabajo, para sacar adelante los gastos de la casa.
Lalo no tenía seguro social en la carnicería, tenía 9 meses de haber ingresado a laborar a ese negocio, y no recibe una pensión, sin embargo, el dueño de la carnicería le entrega a la familia un apoyo semanal, y aunque no es el sueldo que él recibía como carnicero, les sirve bastante para el sostén del hogar.
Los hechos, sucedieron el 04 de septiembre del 2022, recuerda Katy que ella estaba en Estados Unidos con un hermano, tenía cinco días que se había ido. Lalo descansaba ese día, pero le pidieron que se presentara a laborar.
Ese día, surgió una discusión entre Lalo y Adair, éste último tenía apenas 18 años, le reclamaba 60 pesos que aseguraba le debía, “pero era imaginario, porque en realidad mi esposo no le debía nada”.
Katy explicó que Lalo siguió adelante para acabar con la discusión, pero Adair siguió tras él con un cuchillo en mano, cuando Lalo volteó hacia su derecha, el cuchillo entró por la parte baja de su oreja le cortó la médula se detuvo en la columna; con ello, provocó que desde su cervical 4 hacia abajo no tiene movimiento. El diagnóstico fue una tetraplegia.
Dijo que desconoce en sí porque Adair atacó a su marido, pues al joven lo conocían, pero no descartó que estuviera bajo los efectos del alcohol o estupefacientes porque no había motivo para que lo agrediera de esa manera.
Desde hace casi dos años, Lalo no ha salido de su casa, es su esposa Katy quien le da las terapias en su domicilio, por la mañana y por la noche, y han avanzado un poco. Lo bajan a una silla de ruedas pero detienen su cuerpo con madera y lo amarran para evitar que se caiga, pues no tiene fuerza para sostenerse.
De la recuperación de Lalo están al pendiente más de 80 mil seguidores de su página “Lalo y Katy” en Facebook, es ahí donde suben videos y fotografías de la experiencia que vive la familia, y la gran mayoría de las personas son gente de otras partes del país y de otros países.
Le escriben a diario cientos de personas que incluso han mostrado admiración por Katy al considerarla ejemplo para muchas mujeres y parejas, “me dicen yo tengo un hermano o un pariente que quedó inmóvil y su esposa lo abandonó, y pues no, para mí no es ese el camino, sería imposible pensar en dejarlo a su suerte.
A través de esta misma página han recibido muchos apoyos, sobre todo, en artículos para su rehabilitación. Le mandaron desde Tijuana una silla eléctrica, tiene unos guantes eléctricos también, otros aparatos para las piernas que le mandó un monclovense que vive en Estados Unidos.
Le donaron la cama donde duerme, personas de Monclova, y ha recibido otros apoyos de San Bernardino, y lo último fueron unos aros que le llegaron desde California.
“Estamos muy agradecidos con las personas que con un gran corazón nos han ayudado, seguimos adelante”, dijo Katy.
Tienen 3 hijos, la mayor es mujer tiene 20 años, el que sigue es hombre, de 19 años ambos trabajan y la más pequeña estudia aún.
“Nosotros no pudiéramos comprar tantos aparatos y cosas que nos han mandado porque realmente son muy costosos, estamos muy agradecidos, con ellos y con Dios por todo”, finalizó Katy.