Desde hace cinco años va en aumento la drogadicción, sobre todo el consumo de cristal entre los jóvenes
Por: Azucena Tenorio
No todos los centros de rehabilitación son iguales, la mayoría funciona mediante programas de terapia y acompañamiento, donde los integrantes son cada vez más jóvenes y en su mayoría consumen sustancias tóxicas como el cristal.
El Grupo 24 Horas Monclova de Alcohólicos Anónimos tiene 35 años de funcionamiento y fue el primero en formarse en la localidad. Atiende actualmente a 75 personas desde los 18 años en adelante, de los cuales el 50 por ciento están siendo atendidos por alcoholismo y el resto por drogadicción.
Ángel “L”, militante del grupo, mencionó que el programa que ofrecen es diferente a lo que las personas piensan ya que no usan la violencia para ayudar a los integrantes, tampoco usan palabras altisonantes o amenazas.
“Ofrecemos una vida nueva, útil y feliz, que aprendan por qué tienen la necesidad de drogarse o beber, así como los problemas que uno acarrea por su forma de ser, a las personas que más dices querer es a quienes lastimas más”.
Señaló que dan terapias y cada hora y media sesionan con los integrantes, comparten sus experiencias y al verse reflejado es cuando cambian su mentalidad ya que saben que no están solos contra sus problemas de salud.
También cuentan con un anexo el cual es totalmente gratuito y es pagado por las contribuciones de los militantes, además que los mismos integrantes deciden ingresar y pueden irse cuando no se sientan a gusto con el programa o no se sienten beneficiados.
“Al inicio se atendía a la mayoría por alcoholismo pero desde los últimos cinco años hemos notado que va en aumento la drogadicción, sobre todo el uso del cristal entre los jóvenes, nos hemos visto rebasados por esto”.
Mencionó que la diferencia es que una persona que es drogadicta, a los dos años de consumir ya es ingresada a un centro de rehabilitación, pero un alcohólico tarda años en tocar el fondo y el sufrimiento es más lento.
“No sé qué traiga la droga pero al poco tiempo ya los tiene inmersos y en muy malas condiciones, perdieron familia o hicieron muchas cosas indebidas. Un alcohólico o un drogadicto no te va a escuchar, pero si sus familiares quienes pueden interceder para buscar una mejoría”.