Por: Mónica Meza
Un día ingresó a un curso para aprender a hacer piñatas y cuando más necesitaba de recurso debido a que su esposo fue intervenido quirúrgicamente y no podía trabajar, empezó a elaborar piñatas, al principio estaban deformes pero con el tiempo lo hizo cada vez mejor y ahora es todo una tradición en la ciudad.
Telma Griselda Mancha Penales tiene 22 años elaborando piñatas, diciembre es la fecha cuando más vende piñatas de estrella se prepara desde el mes de junio, hace primero las bolas para después poner los picos y almacenarlas hasta que se llega noviembre y empieza a forrarlas.
Duda mucho que una de sus hijas herede el gusto por hacer piñatas.
Nunca ha podido contar cuantas piñas elaboró pero en diciembre vende casi las 200 piñatas, púes mientras ella se encarga de los detalles sus hijas son quienes las ofrecen en el exterior de sus vivienda.
Fue en el Kínder Dora González donde aprendió, ahí daban cursos de cocina y costura, pero ella y otra señora le comentaron a la maestra que querían aprender a hacer manualidades, hasta que aprendió.
“Hacía unos monos más largas, pero con el tiempo fui mejorando, no me gusta darlas muy caras hay de 150 pesos y hasta 300 pesos, depende del tamaño o la figura aunque lo que manejo ahorita es de pura estrella”, comentó.
SIGNIFICADO DE LA ESTRELLA
La piñata de siete picos es lo que más le piden en esta temporada.
En la clásica piñata con forma de estrella, los picos simbolizan los siete pecados capitales (soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza), por lo que romperla significa acabar con estos males, mientras que los dulces y la fruta que cae representan las bendiciones que la humanidad recibe por sus buenas acciones.
Tener los ojos vendados a la hora de pegarle es la prueba de la fe que el ser humano tiene para acabar con las cosas malas del mundo. Todos los demás apoyan con sus gritos, guiando a la persona para que logre romper la piñata.
Hay señores que año con año le llevan periódico o palos que después son decorados para que la gente pueda pegarle a la piñata.
Doña Telma duda mucho que una de sus hijas herede el gusto por hacer piñatas, este negocio que lejos de sacarlos adelante es algo que le gusta hacer, pues además se estableció como negocio local ya que paga a Hacienda para poder estar en forma y seguir trabajando.
Telma quien actualmente tiene su negocio en su domicilio ubicado en Bulevar Buenaventura número 228 en Sector El Pueblo, es un claro ejemplo de que querer es poder y que el más mínimo curso puede utilizarse para salir adelante siempre de cualquier adversidad que se presente en la vida, interesados en adquirir sus piñatas pueden comunicarse al 8661246151.