Después de ser desahuciada por médicos y diagnosticada con cáncer en etapa avanzada, hoy comparte su testimonio de recuperación.
Por: Carolina Salomón
Para Perla Espinoza Castillo, gestora social de la colonia Miravalle, la vida le dio una segunda oportunidad. Después de ser desahuciada por médicos y diagnosticada con cáncer en etapa avanzada, hoy comparte su testimonio de recuperación que atribuye a un milagro divino y al uso del kalanchoe, una planta medicinal que comenzó a consumir como tratamiento alternativo.
"Dios me hizo un milagro, y el kalanchoe me eliminó el cáncer", declaró, asegurando que luego de una dura batalla contra el cáncer, los más recientes estudios médicos han arrojado resultados negativos.
Su calvario comenzó en octubre de 2023, cuando le detectaron un tumor cancerígeno en uno de sus riñones.
Fue sometida a varias cirugías, durante las cuales le extirparon el riñón afectado, el tumor, cuatro ganglios linfáticos y un conducto que iba hacia la vejiga. Sin embargo, una perforación intestinal no detectada a tiempo complicó aún más su estado de salud.
"Después de varias operaciones, me dieron el alta en diciembre. A los pocos días regresé y me dijeron que me quedaban poco tiempo de vida, que no había más por hacer, que regresara a casa para despedirme de mi familia", relató.
En ese momento, Perla se aferró a la fe. Sin medicamentos, con anemia, deshidratación y un peso de apenas 40 kilos, comenzó su recuperación por cuenta propia.
"Yo entré al hospital creyendo más en Dios que en la ciencia. Las emociones y la actitud también curan, y yo me entregué a eso", expresó.
A pesar de una aparente mejoría, en febrero de 2024 sufrió una recaída: su piel se tornó amarilla, sufría hemorragias constantes y se desvanecía.
Nuevamente fue diagnosticada con cáncer, esta vez en el hígado. El pronóstico fue devastador: solo un 12% de probabilidades de vida.
"Un médico me dijo que probara lo que fuera, que siguiera luchando, y tome la medicina alternativa, hierbas. Ahí fue cuando comencé a tomar kalanchoe, una planta que ya conocía del primer diagnóstico, pero que en ese momento había preferido regalar a otros pacientes".
Durante 20 días consumió la planta y, contra todo pronóstico, los estudios comenzaron a cambiar. "Me iban a operar para colocarme un catéter y empezar un tratamiento urgente. Pero el día de la cirugía me dijeron que ya no había cáncer. El TAC estaba limpio", contó con emoción.
Perla afirma que su recuperación ha sido una mezcla de fe, actitud y el uso del kalanchoe, planta que ahora recomienda con firmeza.
"Si tienen kalanchoe, no lo vendan, regálenlo. Están viendo que funciona y ya lo venden hasta en 500 pesos la podita. Pero esto puede salvar vidas", dijo.
Hoy, recuperada y con un peso de 73.5 kilos, Perla Espinoza continúa compartiendo su historia como un mensaje de esperanza.
"Yo les digo a quienes están pasando por esto: no tengan miedo. La muerte es lo único seguro, pero mientras estemos vivos, hay que luchar".