Por: Adal Galván
La situación de restricciones en eventos sociales, ha superado en crisis a los proveedores de dichos festejos, al grado de aplazar hasta 60 bodas para el 2021, y alegan que el problema no está en quienes están formalmente establecidos, sino en quienes operan en el clandestinaje
Gabriela Medrano, coordinadora de eventos sociales acudió ayer al Sub Comité Regional de Salud, en representación de su gremio con la finalidad de acercarse a las autoridades y darle a conocer la situación por la que atraviesan y la necesidad de reactivarse y poner atenciones en quienes no cumplen realmente.
“Esto definitivamente no se va a detener a corto plazo, dicen que solamente estarán activos los empleos que sean esenciales, pero hay que considerar que para todo mundo su trabajo es esencial, porque de ahí depende el sustento de sus familias”.
Explicó, que en los salones de eventos, toman las medidas de prevención y son vigilados continuamente por las autoridades, “como en todos los lugares, hay personas que se cuidan muchisimo y otras que simplemente omiten hasta el cubrebocas, pero eso ocurre en todos lados, hay gente en los salones que trata de regularlo”.
Destacó que el verdadero problema, radica en los sitios que no se regulan bajo ninguna situación, “realmente solo entregan la llave a quienes rentan la quinta y ellos de van, no hay tapetes sanitizantes, tampoco les checan la temperatura, dejan que hagan lo que quieran, es ahí donde se debe empezar la regularización”.
“Cada uno hace lo que le toca, la organización de eventos es de profesionales, no somos novatos en esto, pero abarca a muchas personas que les urge su trabajo”.