Exportaciones mexicanas afectadas por contracción

Incertidumbre económica en fábricas de la región

Por: Adriana Cruz

En medio de un entorno económico complejo, la industria en la región atraviesa momentos de alta tensión. La actividad productiva ha bajado, la exportación no fluye como antes y la palabra "incertidumbre" se ha instalado en las fábricas.

Jorge Carlos Mata, representante del sector de Industria y Transformación en la CTM, admite lo que ya se palpa en el ambiente: hay una contracción industrial en curso. Algunas empresas han tenido que entrar en paro técnico, otras se sostienen como pueden, reorganizando tareas para evitar despidos y seguir pagando sueldos.

Las razones son varias, pero una de las más apremiantes es el impacto de los nuevos aranceles. A partir del 1 de agosto, se estima que las exportaciones mexicanas enfrentarán un incremento del 30%, lo que podría elevar el precio final de productos hasta en un 50%. Para las empresas que dependen al 100% del mercado estadounidense, esto representa una amenaza directa a su supervivencia.

El costo del acero americano también suma presión. Industrias que dependen de este material se ven atrapadas entre precios altos y márgenes cada vez más estrechos. "Esto no solo pega a los patrones, también a los trabajadores que ven peligrar su fuente de ingreso", advierte Mata.

A todo esto se suma la inflación en Estados Unidos, que el mes pasado aumentó 2.6%. Esa subida reduce la demanda y encarece los productos mexicanos en el mercado del norte. Las reglas del juego están cambiando, pero aún no hay claridad.

Frente a este escenario, sindicatos y cámaras empresariales se mantienen en diálogo constante. La estrategia común es una sola: aguantar. Mientras algunas plantas redirigen a su personal hacia otras actividades, otras ajustan finanzas para evitar caer. "Ahora es el turno de los empresarios de resistir, como antes lo hicieron los trabajadores", señala Mata.

En Monclova, los contratos colectivos en el sector automotriz y de exportación siguen vigentes, pero con producción reducida. Más de 19 mil empleos directos dependen de que esta maquinaria no se detenga.

Por eso, el llamado es claro: urge una revisión anticipada del T-MEC. No se trata solo de reglas comerciales, sino de garantizar un mínimo de certeza en medio de una tormenta que todavía no termina. La industria, hoy más que nunca, necesita un respiro.

*El 1 de agosto, se estima que las exportaciones mexicanas enfrentarán un incremento del 30%,

*Esto representa una amenaza directa a su supervivencia.

*Industrias que dependen del acero

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