Por: Teddy Fuentes
Catalogado con una eminencia en el mundo de la medicina y con 30 años de servicio, el Doctor Luis Andrés Matalí Escobar, especialista en medicina interna perdió la batalla contra el covid-19 el pasado domingo 29 de noviembre, por lo que el personal médico, de enfermería y una gran cantidad de personas que fueron sus pacientes y a quienes atendió de manera favorable, lamentaron su fallecimiento, asegurando que era un gran ser humano y una persona siempre al servicio de quien lo necesitaba.
Originario de Tapachula Chiapas y avecindado en Monclova desde hace varios años, el Médico quien era catalogado por muchos de sus colegas como un genio en la medicina, tenía dos semanas hospitalizado en la torre covid de la clínica 7 del IMSS pues presentó problemas para respirar, por lo que no pudo superar su padecimiento y falleció víctima de complicaciones respiratorias.
Al Doctor Matalí Escobar sus compañeros tanto del área médica como el personal de enfermería los van a recordar por ser una persona de amplios conocimientos médicos, quien siempre estaba dispuesto a apoyar a quienes requerían e su apoyo tanto en orientación como en capacitación, pues gustaba de dar una palmada en la espalada a los jóvenes que iniciaban en el mundo de la medicina.
“Siempre llegaba a la clínica y cuando le tocaban médicos nuevos les decía “A ver muchacho, vamos a aprender mucho aquí, así que a hacharle ganas y a aplicar los conocimientos para cumplir con nuestra misión que es salvar a mucha gente con nuestros conocimientos”.
Las enfermeras catalogaron al doctor Matalí como una personas de amplio conocimiento, de carácter fuerte pero de un gran sentido del humor, quien a pesar de la adversidad que se estaba viviendo desde hace meses al interior de la clínica, siempre tenía una palabra graciosa que decirles para levantarle el ánimo y exhortarlas a seguir trabajando por el bien de los derechohabientes.
“El Doctor era una personas de muchos conocimientos, era un genio de la medicina, sus diagnósticos era siempre acertados y salvó a una gran cantidad de personas durante sus 30 años de servicio, a nosotros llegaba y nos decía “Ahora sí a trabajar malandras”, a todos nos tenía un apodo que nos inventaba con mucho cariño, lo vamos a extrañar mucho”.
En su vida personal, el Doctor era un padre ejemplar de seis hijos, quienes a quienes siempre les brindó amor, cariño y respeto, él hablaba de ellos y de sus logros con mucha emoción y aunque ya todos son adultos, él decía, mis hijos son grandes personas, creo que con ellos hice un buen trabajo.
“De nueva cuenta se nos va un compañero, un gran ser humano y una eminencia en su trabajo, dios lo va a tener al lado de él porque era una excelente persona que nunca se negó a brindar una atención, pues como él mismo decía, nació para salvar vidas y nosotros lo vamos a extrañar mucho”.