De los 1,700 juzgadores federales, no hay procedimiento alguno que así lo refleje.
Por: Adriana Cruz
En el marco del Día de la Abogacía, se realizó un evento frente a las instalaciones de los juzgados federales, donde se llevaron a cabo los honores al lábaro patrio. Durante su discurso, la jueza cuarto de distrito María Hernández exhortó a la sociedad mexicana a escuchar las advertencias sobre la gravedad de la propuesta de reforma judicial, la cual, según ella, podría politizar el acceso a los altos cargos y dificultar la llegada de los más capacitados, además de que los elegidos por voto popular podrían sentirse obligados a pagar favores.
"La reforma a la justicia en México es necesaria, solo pedimos que en foros donde participan varios miembros del poder judicial sean escuchadas las propuestas. La reforma es importante, pero debe ser integral, incluyendo a las fiscalías y defensorías públicas", declaró Hernández.
Subrayó que los jueces no están pasivos ni indiferentes ante la inminente reforma al poder judicial. "Seguimos de pie y comprometidos con la impartición de justicia. Apoyamos el diálogo honesto, con intercambio de ideas y puntos de vista, como medio para alcanzar la mejor solución, pero nos manifestamos en contra de un ejercicio que solo pretenda legitimar una decisión previamente tomada e inalterable. Que nuestro silencio no se interprete como cobardía ni sometimiento", enfatizó.
Hernández denunció que los jueces han sido objeto de insultos y descalificaciones generalizadas, a lo que respondieron que no están atemorizados ni sometidos. "Es falso que seamos corruptos. De los 1,700 juzgadores federales, no hay procedimiento alguno que así lo refleje. Falso que representamos élites o ideas conservadoras; la gran mayoría provenimos de la clase baja o media y hemos estudiado en instituciones públicas. Falso que liberamos delincuentes; liberamos a personas cuya culpabilidad no se haya comprobado, amparamos hoy y siempre a los perseguidos sin pruebas, con el derecho como fundamento. Condenamos al delincuente cuando se ha vencido su presunción de inocencia", afirmó la jueza.
En su conclusión, la jueza recordó que el poder judicial no es un cuerpo de policías ni ministerios públicos, sino un poder de control de regularidad constitucional frente al poder del estado mexicano.
"El poder judicial es perfectible, pero no se mejora con determinaciones populistas, sino con un análisis técnico, informado y comprometido con el respeto a los derechos humanos reconocidos en la Constitución, a la que protestamos defender en bien de la sociedad. De aprobarse la reforma judicial en los términos propuestos por el ejecutivo, permitirá elegir jueces sometidos a quienes los propusieron para ser votados", finalizó.