Falta más empatía e inclusión social

María vive señalada y marginada luego que vive con una esquirla de bala en su rostro.

Por: carolina salomon

Una mujer que vive con una esquirla de bala en su rostro derivado de un disparo que recibió el 22 de abril del 2018, cuenta la discriminación que ha sufrido desde aquel accidente que casi le arrebata la vida, que bien podría parecerle insignificante, pero denotan una sociedad poco empática e inclusiva.

Se trata de María Magdalena Castañeda, de 52 años de edad, vecina de la colonia Praderas, quien señala que su vista no es perfecta y algunas veces la medicación errónea le trajo algunas alucinaciones, lo que la hizo enfrentarse a situaciones por las que la gente la llamara "loca".  

Recordó que la bala le entró por la sien, le atravesó por el ojo derecho el cual perdió y en el usa una prótesis ocular, y aunque los médicos hicieron todo lo posible para tratar de sacarle el proyectil se quedó en su pómulo izquierdo una esquirla.

Su estado de salud afortunadamente es bueno pero este accidente que sufrió le ha traído secuelas, una de ellas que perdiera un poco la visibilidad en su otro ojo, los nervios del olfato le quedaron destrozados y donde presenta problemas pues tiene el tabique desviado, se le dificulta respirar, aunado a las cirugías que tuvo en su cabeza.

Últimamente tiene constantes dolores de cabeza y le cuesta dormir, además de los síntomas de sinusitis que tiene que padecer.

Desde aquel incidente que le marcó su vida para siempre ha vivido diferentes problemas, que en la calle la discriminen por su lentitud para desplazarse o que a los lugares que va entre las personas se hagan señas haciendo alusión a que padece de sus facultades mentales.

Aunque la gente cree que ella no ve, dijo que están equivocados pues ha entendido y visto cada seña o mueca que se hacen, lo que solo demuestra que falta mucho respeto hacia las personas con discapacidad.

Señaló que esto vino a acabar con su vida laboral, se desempeñó como secretaria en diferentes dependencias de gobierno, su último trabajo fue en el CEFERESO y ahora no puedo ejercer debido su vista no es buena.  

Hace 6 años y medio su pareja llegó a su casa y la invitó a comprar la cena a 5 minutos de su domicilio, y fue ahí donde se hizo la balacera y resultó con un disparo en su cabeza mientras que su acompañante recibió dos impactos de bala en el corazón.

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