Con 28 años de edad y con muchas metas por delante, el futuro de Eliud Jaime Aguirre se vio truncado debido al fatal accidente registrado la mañana de este domingo
Por: Gerardo Martínez
Con 28 años de edad y con muchas metas por delante, el futuro de Eliud Jaime Aguirre se vio truncado debido al fatal accidente registrado la mañana de este domingo 8 de enero en la avenida Suzanne Lou Pape, en donde la velocidad y una curva pronunciada, terminaron con la vida de un joven querido por muchos.
La mañana de este domingo la ciudad de Monclova despertó con la trágica noticia de que “el güero” había fallecido, después de tener un accidente en el que perdió el control de su motocicleta.
Eliud, tan sólo tenía 28 años de edad y se destacaba por ser una persona alegre, amorosa y responsable, un gran hijo, hermano, tío, en donde siempre vio por su familia por lograr que cumplieran sus metas.
Sus amigos mostraron su dolor a través de las redes sociales en donde destacaron su don de servir, de ver por los demás, siempre con una sonrisa, un gesto amable, siendo una persona que veía el lado bueno de la vida.
“Con su familia era una gran persona, muy amable, querido por todos, gran hijo, hermano, tío y como amigo, una persona amable, respetuosa, súper servicial, muy alegre, un ejemplo a seguir, pues era muy trabajador muy ‘luchista’, con grandes metas”.
Eliud no estaba casado, era soltero con una visión de hacer muchas cosas, pero una de ellas era ayudar a su familia a salir adelante y cumplir sus metas, como el caso de sus hermanas a quienes apoyó para que terminarán la carrera de enfermería.
Él quería que sus hermanas estudiaran, terminaran una carrera, con el fin de que pudieran salir adelante por su cuenta y tuvieran mayores oportunidades, por lo que las apoyó tanto emocional como económicamente para que terminarán sus estudios.
Este mismo don de ver por los demás era con su familia a quienes les complacía en todo lo que pudiera, así como a sus amigos, convirtiéndose en un ejemplo a seguir, un ejemplo de amor, trabajo, dedicación y optimismo.
“El güero” siempre fue apasionado de las motocicletas, de rodar, siempre de una manera responsable, con la seguridad ante todo, por lo que los amigos no se explican cómo se dio el accidente.