Hospital Libanés; el testigo de una tragedia

Fue durante la madrugada del 21 de septiembre de 2004 cuando Daisy, de apenas 23 años, perdió la vida mientras cumplía con su turno de guardia en ese hospital.

Por: Carolina Salomón

¿Vandalismo, indicios de mantenimiento o el simple deterioro causado por el paso del tiempo? A casi 21 años del brutal asesinato de la enfermera Daisy Jacqueline Tavares Niño, el antiguo Hospital Libanés ubicado en la colonia El Pueblo sigue despertando inquietud y reviviendo el recuerdo de un crimen que estremeció a toda una ciudad.

Fue durante la madrugada del 21 de septiembre de 2004 cuando Daisy, de apenas 23 años, perdió la vida mientras cumplía con su turno de guardia en ese hospital.

Su cuerpo fue encontrado con severos golpes, signos claros de una agresión atroz. La violencia del asesinato y la falta de justicia convirtieron el caso en una herida abierta que, hasta hoy, no ha sanado.

Las teorías que circularon en su momento fueron muchas: desde un crimen pasional, hasta una venganza o incluso la acción de un desquiciado que habría irrumpido con intenciones homicidas. Sin embargo, ninguna línea de investigación logró esclarecer lo ocurrido, y el expediente quedó archivado, sin respuestas ni culpables.

El edificio donde ocurrió todo permaneció cerrado durante años, con cadenas y candados en su acceso principal. Pero recientemente, el lugar ha mostrado señales de actividad.

El inmueble ubicado entre las calles Cuauhtémoc y Mina ya no cuenta con puertas ni ventanas. El interior y exterior muestran rastros de trabajos recientes: golpes de martillo, retiro de tablaroca y otros materiales.

La losa que rodea el hospital ha sido parcialmente rehabilitada, pues se encontraba desprendiéndose a pedazos, cayendo sobre la banqueta y representando un riesgo para los transeúntes.

No hay información oficial sobre obras en curso, ni declaraciones de algún propietario o autoridad que confirme lo que sucede dentro del hospital.

Solo queda la evidencia visible: paredes golpeadas, techos intervenidos y un entorno que ha dejado atrás el abandono, pero no el misterio.

Casi 21 años después, el antiguo Hospital Libanés permanece en pie, aunque desgastado por el tiempo y los secretos que guarda entre sus paredes.

Un edificio que, más allá de su deterioro físico, representa una deuda pendiente con la justicia y con la verdad.

Salir de la versión móvil