La pandemia y sus consecuencias

Niños y adolescentes presentan trastornos de sueño, de comidas, rezagos educativos, depresión y ansiedad generalizada.

Por: Azucena Tenorio

La pandemia del Covid-19 afectó gravemente a los niños, en los últimos ocho meses se han detecto a 5 que sufren ataques de pánico severos luego de estar encerrados, además de trastornos de sueño, de comidas, rezago educativos, depresión, ansiedad generalizada, entre otros. 

La psicóloga Silvia Aracely Briones  Carreón brinda atención en el Centro Psicológico Ceanaa, desde el inicio de la pandemia en el año 2020 ha atendido junto a un equipo multidisciplinario a niños de la región centro, región desierto, carbonífera, Acuña, Piedras Negras y parte de Estados Unidos.

Mencionó que han detectado a niños con ataques de pánico que es un trastorno fuerte en los menores y en sus más de 20 años de experiencia, no le había tocado ver tantos casos como los que trajo consigo la pandemia

“Incluso algunos ya habían venido con medicamento controlado, los papás decían que solo los aletargaban con medicamento de paidopsiquiatra o neurólogo, llevando tres a seis meses de tratamiento y cada vez estaban peor porque los niños ya no dormían o comían”.

El paciente más pequeño fue de 5 años de edad y era originario de Acuña, a quien en quince días los psicólogos pudieron ayudarlo a regularse mediante un tratamiento biomédico como la terapia de estimulación magnética tras craneal que es totalmente indolora.

La psicóloga explicó que también registraron depresión y ansiedad en menores de edad luego de que en medios nacionales se tratara la pandemia con temor, mientras que algunos padecimientos se aceleraron como lo es el autismo, déficit de atención, trastornos nos de ansiedad generalizados, entre otros.

Los padres de familia no sabían cómo ayudar o estimular a sus hijos, además, hubo un uso desmedido de aparatos electrónicos, de redes sociales y videojuegos. Señaló que los papás fueron muy suaves con los niños y poco restrictivos en cuanto a horarios de sueño y comidas, provocando trastornos en los pequeños. 

“Si se aumentó mucho el riesgo del índice de niños que necesitaban atención, de los 5 con ataques de pánico, 2 de ellos ya fueron dados de alta. Es importante que los papás pongan atención a los síntomas de los niños y no justificar cuando tienen un  comportamiento distinto, la comunicación no debe fallar”.

Señaló que algunos rasgos con cambios en el humor, se vuelven más irritables, lloran fácilmente al no tolerar la frustración, se aíslan, hay un declive en su rendimiento académico, cuando pelea con todos y contestan a los papás. 

La adolescencia pasó desapercibida

Por otra parte, madres de familia también han externado que la mayoría de los niños no maduraron cómo es debido ya que los que estaban en último y penúltimo año de primaria, tienen cambios física y emocionalmente, pero no fue lo normal por estar en casa con familiares y no con sus compañeros de escuela.

La señora Teodora de la colonia Progreso comentó que pasaron los dos años de pandemia en tiempo muy rápido, la mayoría brinco de quinto de primaria a primero de secundaria sin ver realmente el cambio de la niñez a la adolescencia.

“También yo vi con mis hijos que hubo un tiempo que vivieron con mucho miedo y extrañando a sus familiares como los abuelos, sufrieron psicológicamente porque fallecieron sus seres queridos y hubo una afectación momentánea”.

Así mismo, detectó un rezago educativo en las materias de informática, lectura, matemáticas, entre otros. Lo cual no se pudo ver de forma práctica como teórica en el hogar, mencionó que las clases virtuales no podrán superar a las clases presenciales.

Papás requieren del apoyo de familiares

Marcela, madre de familia de la colonia Obrera dijo que la pandemia si afectó el nivel educativo en todos los niveles, mientras hay niños que a diario se conectan y logran aprender, otros no pueden porque los padres trabajan y no se han podido organizar para ello o las abuelitas no saben conectarlos. 

“Pero aun en los casos en los que se conectan a diario, no están viendo el programa completo de materias, solo lo básico. En los niveles de preparatoria  y universidad también se han quedado con marcado retraso debido al año y medio que no podían asistir a talleres y laboratorios,  incluso hay jóvenes que se dieron de baja porque en línea no estaban aprendiendo”

Emocionalmente, los especialistas aseguran que sí ha afectado y eso se ha reflejado en las consultas psicológicas e incluso la Parroquia Sagrada Familia puso a disposición una línea telefónica y también recibieron muchas llamadas pidiendo apoyo emocional debido al estrés y ansiedad que provocó el miedo al Covid 19.

El rezago afectó a todos los niveles sociales

En un colegio privado de Castaños ya que además de no ir al corriente con las materias y temas, también se vive una difícil situación económica. 

“Soy madre de cuatro niñas, tres de ellas estudian en colegio privado, dos nivel primaria y una bachillerato, fue difícil pues a pesar de no haber utilizado las instalaciones por más de un año, los pagos si se hicieron”.

Mientras que en un colegio de Monclova, la señora Rocío notó que su hija Sofía tenía una actitud diferente ya que es una niña tímida y se hizo más introvertida, también se enojaba más rápido y estaba todo el día en pijama

Siempre ha sido una niña muy perfeccionista y detallista en sus trabajos, desde el inicio de la pandemia dejó de hacerlo en sus presentaciones. 

También la forma de entender los temas ya que la maestra la mayoría de las veces solo les explicaba, muy diferente a las clases presenciales donde los atendía y detectaba cuando los alumnos seguían sin entender.

“Nadie estábamos preparados y todo el mundo está haciendo lo mejor que puede, pero sigue siendo muy estresante para los niños y las mamás. Emocionalmente, aparte de la pandemia fue el acostumbrarse a las clases en línea, porque no pudieron convivir con sus amigos, se les negaban los abrazos y teníamos que estar encerrados”.

Externó que ahora que regresó a clases presenciales, luego de la última ola del Covid-19, se notó la emoción de estar en el aula, despertó la primera vez que le habló, desde en la noche arregló su uniforme, dejó lista su mochila y limpió sus zapatos. 

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