Debido a una enfermedad perdió una pierna cayendo en depresión y logró salir adelante
Por: Mónica Meza
“Fue como si me cortaron un ala, ya no pude volar”, señaló Gabriel Guerra Salinas de 60 años de edad a quien debido a su enfermedad, lamentablemente le amputaron una pierna, después de un proceso de depresión, un día se levantó para seguir con su vida, hoy es un gran ejemplo de superación.
Durante 40 años fue soldador de la construcción, antepuso su salud por su trabajo, hasta que un día se le infectó un dedo, no le tomó la importancia debida y la infección creció, cuando la situación empeoró fue con el médico y le dijo que ya no había nada que hacer, le cortaron el dedo, cayó una infección muy fuerte y aunque buscó otras opciones ya no se pudo rescatar su pierna.
Es pensionado por el IMSS pero tiene la pensión mínima, aunque ha buscado el apoyo del gobierno por ser persona con discapacidad, no ha tenido resultado favorable.
Cuando perdió su pierna, sintió que le cortaron un ala, mucho tiempo estuvo en depresión, hubo llanto, dolor, noches sin poder dormir, su vida cambió completamente.
“Aparte de que pierdes un miembro de tu cuerpo, se siente mucha depresión, parece que se te acaba la vida, yo anduve en muchas partes de la República Mexicana por mi trabajo, sentí como si me cortaron una ala, ya no vuelas”, señaló.
Sin la ayuda de un psicólogo, pero sin perder la fe y con ayuda de Dios, un día le tocó curarse solo y tomó fuerza para empezar a trabajar, fue muy difícil y aunque había gente que le decía que le echara ganas, que todo estaría bien, nadie sabía lo que él sentía y los cambios emociones que se presentaron.
Un día buscó tutoriales en YouTube y empezó a hacer trabajos de tapicería y reparación de sillas, pero también hace trabajos de herrería, carpintería, todo esto andando en silla de ruedas en el patio de su casa.
Ha hecho asadores cuando le regalan tanques de gas, ha reparado sillas, mesas, ha hecho puertas, trabajos que le han dado un recurso extra para su hogar, se desliza en su silla de ruedas para realizar estos trabajos y afortunadamente le ha ido muy bien.
Él menciona que es muy independiente, siempre le ha gustado no depender ni de los hijos, incluso va a sus consultas solo, no le desea esto a nadie y exhortó a la gente que padece de diabetes a cuidarse, porque parece que un sucederá, pero sucede si no se tiene el cuidado necesario.
“No quiero dar molestias ni a mi familia ni a los amigos, tampoco quiero llegar a pedir dinero como muchos lo hacen porque gracias a Dios me dejó movimientos en mis brazos, en mi cuerpo, hay gente que de plano ya no se quieren mover”, comentó.
Hace algunos días su hija lo publicó en redes sociales, la gente quedó sorprendida y admirada por los trabajos que hace Don Gabriel y Periódico la Voz quiso darle a conocer esta historia de superación, esta historia de ejemplo para la comunidad.
Mencionó que tiene una prótesis pero no le queda, le hacen falta unos ajustes, se la vendieron, era de un hombre que falleció aunque ha buscado quien la ajuste le cobran hasta 8 mil pesos y aunque puede juntarlo haciendo trabajos, mencionó que hay prioridades en el hogar, por lo que eso puede esperar.
Una de sus más grandes pasiones el béisbol, Don Gabriel recuerda esos tiempos en que jugó con decenas de amigos, que hoy en día ya no están, comentó que los recuerda con cariño y aunque ya no están, no les desea el mal, sino todo lo contrario, que Dios los bendiga.