Le salvan la vida a la pequeña Frida

Por: Azucena Tenorio

Frida, nació en la Clínica 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con una malformación incompatible a la vida y poco frecuente en el mundo: tenía el recto, la vagina y la uretra unidas. El médico Víctor Jesús Haro fue uno de los especialistas que participó en la cirugía que le salvó la vida.

Aún no cumplía las 24 horas de vida cuando se le realizó una colostomía (abertura en la pared del estómago a fin de que por ahí salgan las heces fecales y orina). Meses después, se propuso a un congreso médico en donde especialistas internacionales le practicaron una anorectoplastía, que consistió en separar, reconstruir y posicionar los canales del recto, la uretra y la vagina; la pequeña de un año y ocho meses, ahora corre, ríe, juega y lleva una vida normal.

“Siempre voy a agradecer a los médicos y a toda la institución, desde la primera cirugía cambiaron su vida”, dijo Uridice mamá de Frida.

El médico cirujano pediatra, Víctor Jesús Haro Sánchez, explica que Frida tenía un padecimiento poco común en el mundo. Se trata de una comunicación entre el recto, la uretra y vagina, conocida como “malformación anorectal tipo cloaca”, la cual es compleja y difícil de reparar. Su principal característica, es que los desechos del cuerpo (pipí y popó), salen por un mismo canal y de no atenderse en forma inmediata, sobrevienen infecciones y la paciente muere.

Como procedimiento inicial, antes de 24 horas de nacida, la niña ingresó al quirófano, en donde le hicieron una derivación del intestino hacia la pared del estómago, a fin de que pudiera defecar y orinar por esa vía (colostomía); con ello los médicos lograron ganar tiempo para que creciera un poco y se fortalecieran sus defensas.

En abril del 2018, el Colegio Mexicano de Cirujanos Pediatras envió un aviso a los pediatras certificados del país para buscar a niños con este tipo de enfermedades; con el respaldo y el apoyo de los directivos, el especialista de la Clínica 7 del Seguro Social, los contactó para exponer el caso.

En el hospital, se realizó el protocolo correspondiente y como Frida -pese a su malformación y a que vivía con la colostomía- estaba sana; tres meses después  fue elegida para la cirugía que consistió en reconstruir, separar y posicionar los canales del recto (para hacer popo), la uretra (para hacer pipí) y la vagina para tener hijos. La cirugía es poco frecuente y se denomina anorectoplastía.

El 10 de septiembre, en el Congreso Nacional de Cirugía Pediátrica, en Cancún, Quintana Roo, fue intervenida por el creador de la técnica y grado de cirujano colorrectal, Alberto Peña; Víctor Jesús Haro Sánchez, médico de la Clíncia 7, participó como segundo cirujano en el procedimiento que duró cinco horas.

Con el apoyo del IMSS, la niña, estuvo con los mejores especialistas del mundo; el médico Alberto Peña, es el creador de la técnica de intervención y fue hasta hace poco el director del Centro Colorrectal de Cincinnati, que hoy dirige su esposa Andrea Bichop, es mexicano de nacimiento, pero nacionalizado en Estados Unidos.

En el medio particular, una cirugía de ese tipo tiene un costo superior a los 400 mil pesos, más el protocolo de estudios y seguimiento posterior; la familia de Frida, por estar adscrita al Seguro Social, no ha tenido que pagar nada. A la fecha el especialista en cirugía pediátrica Víctor Haro, lleva su seguimiento en hospital.

LA HISTORIA DE FRIDA

Frida tenía un padecimiento poco común en el mundo, una comunicación entre el recto, la uretra y vagina.

En búsqueda de un mejor porvenir, Juan Alberto Valencia Tableros y Uridice Grisel Díaz Zúñiga, llegaron hace dos años a Monclova. Él, es originario del estado de México y ella de Veracruz. Buscaban trabajo y una mejor calidad de vida.

Valencia Tableros, relata que la inseguridad de su ciudad los hizo emigrar. Veracruz, la tierra de su mujer, no era opción por los problemas de desempleo. Escucharon hablar de Coahuila, de las oportunidades laborales que ofrecía y al llegar a Monclova, su suerte cambió: encontraron trabajo, rentaron una casa y una escuela para su hijo mayor, más tarde recibieron la noticia del embarazo.

El 1 de marzo del 2017, en el Seguro Social a las 10:30 de la mañana, nació la nueva integrante de la familia, le llamaron: Frida. Todo era dicha, hasta que les dijeron que tenía  una malformación ano rectal.

Uridice, mamá de la niña, recuerda que el futuro de Frida le daba miedo. La noticia de que fue elegida para ser operada en septiembre, en Cancún, fue un halo de esperanza. El aprendizaje que ha tenido es que no se debe perder la fe. Hay que confiar en la ciencia, en los médicos del Seguro Social y en Dios. Comprende que el destino los trajo a Monclova, donde encontraron la ayuda que su hija requería.

“En el IMSS, recibí excelente atención. Siempre voy a agradecer a los médicos, enfermeras y a toda la institución porque desde el primer día mi hija ha estado bien atendida y desde la primera cirugía cambiaron su vida”.

A la fecha, Frida continúa en fase de recuperación, fue dada de alta del proceso quirúrgico y su vigilancia con el pediatra continuará hasta cumplir los 18 años.

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