Aceptan responsabilidad por simular retén en Escobedo; obtienen libertad vigilada.
Por: Mónica Meza
Dos hombres fueron sometidos a procedimiento abreviado tras ser acusados de realizar un retén falso en el ejido Primero de Mayo, en el municipio de Escobedo, Coahuila. Guillermo N y José Luis N aceptaron su responsabilidad en los hechos, en el marco de la causa penal 123/2024, para acceder a un juicio más rápido por la vía alterna.
El delito ocurrió el 11 de enero de 2024, en el kilómetro 42 del ejido, donde los imputados instalaron un retén haciéndose pasar por autoridades. Su objetivo era detener vehículos para evitar el traslado ilegal de personas a Estados Unidos. Durante el falso retén, detuvieron a un conductor de una camioneta Chevrolet Pick Up, quien reportó el incidente a la Agencia de Investigación Criminal (AIC). Cuando las autoridades llegaron al lugar, encontraron a los dos acusados, mientras que otras dos personas lograron huir y aún no han sido identificadas.
Los hombres tenían en su poder una camioneta Ford color naranja y otra Ford blanca con placas de Nuevo León. Utilizaban conos reflejantes de color naranja y portaban lámparas con las que iluminaban a los vehículos que pasaban por el lugar. Cuando los agentes de la AIC llegaron, los imputados intentaron huir, pero fueron detenidos tras una breve persecución.
Entre las pruebas presentadas en la audiencia se incluyen el informe policial homologado, los conos y lámparas asegurados, además de los análisis de criminalística de campo.
La jueza aprobó el procedimiento abreviado, donde ambos imputados renunciaron a su derecho de ser juzgados en un juicio oral y admitieron su culpabilidad. El delito fue reclasificado como delito contra funciones de seguridad y justicia, con una pena de tres años de prisión y una multa de 133.33 UMAS.
Sin embargo, se suspendió la pena de prisión y se les otorgó libertad vigilada. Los imputados deberán presentarse a firmar cada cuatro meses en las oficinas de medidas cautelares; Guillermo N en Frontera y José Luis N en Saltillo. Ninguno de los dos tiene antecedentes penales y, al no haber víctimas directas, no se exigió reparación del daño.
Por problemas económicos, se autorizó el pago fraccionado de la multa, aunque se les advirtió que cualquier incumplimiento podría revocar el beneficio de la libertad vigilada.