Llegan reliquias de San Judas Tadeo.
Por: Adriana Cruz
La llegada de la reliquia de San Judas Tadeo al municipio de Castaños provocó un ambiente difícil de describir con palabras. Apenas cruzó el umbral del templo dedicado al santo, se podía sentir cómo la fe se hacía piel. Algunos fieles rompían en llanto, otros simplemente cerraban los ojos, como intentando absorber en silencio la fuerza espiritual del momento. La piel se erizaba, los corazones se aceleraban, y el amor que cada devoto le tiene al "santo de los casos difíciles" llenaba todos los rincones de la iglesia.
Para el padre Marco Medina, párroco del templo, recibir la reliquia fue un honor y un privilegio inesperado. "Sabíamos que habría una visita, pero nunca pensamos que seríamos elegidos. El obispo decidió que viniera a Castaños porque aquí tenemos una capilla dedicada a San Judas, y eso nos llena de orgullo y gratitud", compartió con emoción. Aseguró que se trata de una bendición especial para la comunidad y que esta experiencia marcará un antes y un después en la vida de muchos.
No es la primera vez que reliquias de santos visitan esta localidad. Hace más de dos décadas, Castaños recibió las reliquias de Santa Teresita del Niño Jesús, y tiempo después las de San Joselito. Sin embargo, esta tercera ocasión tiene un sabor diferente. "Estamos ante una reliquia de un apóstol, alguien que convivió directamente con Jesús. Eso no es algo que se viva todos los días", afirmó el sacerdote, destacando la dimensión espiritual de esta visita.
Aunque algunos quisieron relacionar la llegada de la reliquia con el reciente fallecimiento del Papa y el próximo cónclave en Roma, el padre Marco fue claro: "No hay mensajes ocultos ni señales apocalípticas. Esta visita estaba programada desde antes. Lo único que debemos ver aquí es una oportunidad para renovar nuestra fe". Y en medio del fervor, del incienso y los cantos, lo que quedó fue un mensaje sencillo pero profundo: Dios sigue presente, actuando en medio de su pueblo.