Por: Mónica Meza
Desesperada se encuentra Doña Trinidad Rico al no conseguir ocho donadores de sangre para su hijo que tiene un serio problema de salud. Es una situación muy difícil, hay impotencia, desesperación y deudas, solo se tienen el uno al otro, él no puede caminar y seguido es internado en el hospital y lo peor es que ella perdió la vista hace muchos años.
A raíz de una operación de vesícula en un hospital particular su hijo Jesús Manuel Gutiérrez Rico de 40 años de edad tuvo serio problemas de salud, entró agua a sus pulmones después le detectaron insuficiencia cardiaca y por ultimo cirrosis, tiene un catéter en el estómago para drenar el agua.
Su esposo hace tiempo murió y le dejó una pensión que les permite sobrevivir.
Luego de la operación en particular, se generaron muchos gastos, tuvieron que vender algunos bienes para seguir, hasta que fue afiliado al seguro popular donde estuvo internado como un mes, ahora tiene el seguro del IMSS, pero seguido lo internan.
Actualmente Doña Trinidad tiene una deuda de 8 paquetes de cualquier tipo de sangre que se deben al IMSS y que no ha podido pagar debido a la falta de donadores voluntarios, pues le han pedido hasta 500 pesos para donar y ella no cuenta con el recurso.
Ha realizado gestiones en el 105 Batallón de Infantería, también y pese a su discapacidad visual ha visitado radiodifusoras pidiendo que le ayuden a encontrar los donadores de sangre pero no hay respuesta.
Toda la familia vive en Tamaulipas, ellos tuvieron intención de donar allá y después trasladarle pero es imposible, por lo que ahora Doña Trinidad ruega a Dios encontrar a gente de buen corazón dispuesta a ayudarle por la salud de su hijo.
Su esposo murió hace tiempo y aunque le dan una pensión, el recurso no es suficiente para pagar los gastos del hogar, agua, luz, además de la despensa, comprar algunos medicamentos, consultas con medico particular cuando es necesario y con mucha urgencia.
Lo peor es que Doña Trinidad perdió la vista desde hace 45 años, ella padece de hidrocefalia desde hace mucho tiempo.
“Perdí la vista por el líquido que se me juntó en la cabeza y duré muchos años para operarme, me operaron, me pusieron sonda pero ya no recuperé la vista porque se secó el nervio óptico, esto para mi es normal ya tengo 45 años así, pero no puedo salir sola a la calle, andar en el hospital con mi hijo”, comentó.
Doña Trinidad está desesperada buscando a personas de buen corazón.
Es muy complicado que su hijo esté en el hospital y que ella tenga que buscar donadores de sangre, la mayor parte del tiempo su hijo se la pasa en cama debido a su enfermedad, nunca se casó por lo que solo se tienen uno al otro.
“Lo que tenía lo gasté en las operaciones de él, es muy difícil para mí, todo este proceso, no tengo a nadie aquí, toda mi familia está en Tamaulipas, me desespero mucho”, comentó llorando Doña Trinidad que tiene 65 años de edad y que ya está cansada.
“Si yo estuviera bien, yo trabajaba, pero no puedo y tampoco puedo separarme de él porque tengo que ayudarle para todo, no puede caminar, necesita una silla de ruedas extra grande, siempre fue de complexión robusta”, comentó.
Actualmente se encuentra muy hinchado, no le está drenando el catéter, está por ir a consultar, doña Trinidad ha vendido hasta el vehículo en el que se movían, ahora solo toman taxi y casi siempre él se va solo en taxi, el taxista lo pasa al hospital, lo espera o le habla para que vaya por él.
Hace poco pagó a una señora tres noches para que se quedara con su hijo en el hospital, ella no podía quedarse con él porque después el personal del IMSS tendría que batallar también con ella por no ver, necesita apoyo económico, tiene muchas deudas ha estado pidiendo prestado para salir delante, interesados en apoyar la causa pueden comunicarse al 866-189-91-26 con Trinidad Rico Rodríguez o acudir a la colonia Héroes del 47, en calle Jiménez justo frente a las bodegas.