Medio siglo como fotógrafo

Por: Dina Flores

“No hice dinero pero sí muchos amigos”, Artemio Martínez Alanís, fotógrafo profesional

Lleva más de medio siglo dedicado a captar imágenes, momentos especiales y recuerdos felices que evocan nostalgia. Se llama Artemio Martínez Alanís, fotógrafo profesional reconocido por su trabajo y labor como líder.

Por más de sesenta años se dedicó a la profesión de dibujar con luz. Quienes lo conocen aseguran que Artemio es ejemplo de constancia, lucha y perseverancia.

-Cuando se ama lo que se hace no hay barreras que impidan el éxito y la total satisfacción-, expresó a LA VOZ DE MONCLOVA.

Rodeado de una gran cantidad de recuerdos, Artemio narra sobre sus inicios en el hermoso arte de la fotografía y cuando al nacer la segunda de sus hijas en 1961, Sandra Silvia se sintió presionado para mantener a su familia.

Aún y cuando tenía trabajo de planta en Altos Hornos de México, donde se desempeñó por espacio de 30 años, siempre se esforzó por darle una vida mejor a su familia. Logró compaginar ambas actividades por 23 años.

Su también amigo y fotógrafo Ricardo Polendo Cantú y su primo Antonio Guerrero Alanís quien se desempeñaba como fotógrafo de sociales en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, lo motivaron para que aprendiera el bonito oficio de la fotografía y lo perfeccionara y así lo hizo.

Con el ánimo que siempre le caracterizó, inició sus primeros trabajos en la parroquia de Santiago Apóstol a donde cada sábado acudía para fotografiar los bautizos.

En aquel entonces eran largas las filas de parejas que junto con los padrinos del bebé se presentaban en el atrio de la Parroquia para recibir este sacramento. Hoy eso ha cambiado debido al control de la natalidad, ya no hay tantos niños, comenta en tono de broma Artemio.

Eran los tiempos en que los fotógrafos trabajaban de manera libre porque no estaban asociados ni agrupados en un organismo que les respetara sus derechos, por lo tanto nadie les solucionaba sus problemas.

Fue el dos de octubre de 1974 cuando los pocos fotógrafos que había en aquel entonces se reunieron por primera vez con la intención de formar una organización con el fin de tener una representación jurídica ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, todo esto a sugerencia del secretario general de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares CNOP, Luis Castro Ortiz en la ciudad de Monclova quien después de hacer los trámites necesarios , los fotógrafos lograron su objetivo el 7 de febrero de 1975.

A partir de ese momento las cosas cambiaron de manera radical para los agremiados a esta asociación a la vez que el trabajo y la gestoría de Artemio se daba a conocer, siendo nombrado presidente de la Cooperativa de Materiales Fotográficos de la organización, cuyo objetivo principal era apoyar con materiales y productos a bajo costo a la vez que le dejaba ganancias a la organización con muy buenos resultados.

En ese mismo año pero en el mes de agosto fue nombrado secretario general de la Unión de Fotógrafos y Camarógrafos de Monclova, siendo el representante de la Federación Nacional de Prensa y Sociales de la República Mexicana Francisco Barboza Covarrubias quien le tomó la protesta en sustitución del presidente nacional del mismo organismo Celso Ocampo.

Fueron once años los que Artemio estuvo al frente de este cargo, de 1991 al 2002 y fue durante su gestión cuando se adquirió un terreno de mil 350 metros cuadrados y se llevó a cabo la construcción de su recinto oficial.

Con el paso del tiempo esta organización perteneció a la Federación Nacional de Fotógrafos y Camarógrafos de Prensa y Sociales de la República Mexicana, organismo en el que desempeñó distintos cargos desde 1982 hasta el 2010.

Fue elegido secretario de Trabajo de la Federación Estatal en 1989 en Sabinas Coahuila cuando Francisco Cuevas Lemus fungía como secretario general, tiempo después Artemio ocupó el cargo de manera interina.

Fue postulado a la Secretaría General de esta Federación en noviembre de 1998 en la ciudad Los Reyes la Paz en el Estado de México tomando el cargo en 1999, gracias al apoyo de sus compañeros que conocían su trayectoria.

Hasta el mes de agosto del 2001 fue elegido Secretario General de la Federación de Fotógrafos durante la convención anual celebrada en Acapulco Guerrero, después de haber ocupado otras carteras en los últimos diez años tales como:

De 1982 a 1992 diez años

como delegado.

1992 a 1995 secretario de

Organización y Estadísticas.

1995 a 1998 secretario del Interior y secretario general Interino al fallecer Francisco Cuevas Lemus.

1998 a 2001 presidente de Fiscalización.

2001a 2004 secretario general.

2004 a 2010 secretario de Honor y Justicia.

Siendo secretario general tuvo la oportunidad de presidir asambleas en distintas ciudades de la República Mexicana como fue en Aguascalientes, Puebla, Irapuato, Guadalajara,, Guanajuato, Veracruz, Uruapan, Saltillo, Monterrey y Pachuca. En esta última presidió la asamblea en el palacio de Gobierno en presencia del entonces gobernador del Estado Miguel Ángel Núñez Soto y su gabinete.

Su nombre fue puesto en alto y en reconocimiento a su intensa labor la Convención Nacional de la Federación Nacional de Fotógrafos y Camarógrafos llevó su nombre, evento que se realizó en la ciudad de Veracruz en el mes de agosto del 2005 y que duró cuatro días recibiendo un reconocimiento por su larga trayectoria y los beneficios llevados a sus compañeros de profesión.

Su último cargo fue presidente de Honor y Justicia cual ocupó por seis años concluyendo satisfactoriamente su participación dentro de la federación quedando como miembro honorario de la misma.

 “HICE MUCHOS AMIGOS”

Al finalizar su recorrido por la fructífera trayectoria como fotógrafo, profesión que ocupó gran parte de su vida dice con nostalgia que la vida y Dios fueron muy bondadosos con él pues le dio una maravillosa esposa, Yolanda Mendoza con quien procreó a Aida Aracely, Sandra Silvia, Artemio, María Teresa, Gerardo y Carlos Ernesto.

Mi esposa partió hace años de este mundo, de eso hace 18 años y yo le prometí que no me volvería a casar, que me dedicaría a mis hijos y nietos y así lo hice, tengo 12 nietos y diez bisnietos, ellos son la alegría de mi vida”.

Y agrega que tiene mucho qué agradecerle a Dios porque si bien es cierto que no hizo dinero con su trabajo, su vida se llenó de amigos en toda la República, gracias a los distintos puestos que desempeñara dentro del sindicato.

He sido inmensamente feliz, la vida me ha dado todo, cumplí con la promesa de cuidar a mis hijos y creo que ahora solo me queda esperar a que Dios me recoja cuando él quiera, pues hasta para eso ya estoy preparado.

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